Nadie quiere pensar mal, pero ante continuos rechazos a solicitantes de ampliación del programa IMMEX vigente para 2019, falta de explicaciones, negativa a peticiones correctamente formuladas, pareciera que se regresa a prácticas del pasado donde se buscan “impulsos económicos” en aras de agilizar los procedimientos administrativos.
La industria sí cree que no es mero discurso demagógico el mensaje que repite todos los días el presidente López Obrador para acabar con la corrupción, pero la escasa capacidad de diálogo y el simple “no” hace reflexionar sobre los cursos de acción a tomar para poner el tema en la mesa.
Supimos que importantes empresas transnacionales, de intachable reputación y de gran prestigio, están pensando iniciar una “acción colectiva” contra la arbitrariedad de los rechazos que no encuentran soporte en la normatividad vigente, lo que pudiera traer graves consecuencias con la imagen del actual gobierno.
Sería bueno que la secretaria de Economía, Graciela Márquez, o el subsecretario, Ernesto Acevedo, investiguen un poco más respecto de la gestión de la Dirección de Comercio Exterior por el gran impacto que tiene en la promoción de exportaciones mexicanas, pero sabemos que el asunto ya lo tiene Luis Aguirre, de IMMEX, porque en permisos automáticos de importación para productos textiles y del calzado (se importa para exportar), se ha señalado que no se otorga autorización si los precios no se encuentran dentro de los rangos que Díaz Mazadiego, de forma subjetiva, considere correctos. Lo peor del caso es que los importadores que realizan el trámite sólo reciben una negativa sin indicar la causa, sólo se pueden enterar de forma extraoficial de que el rechazo fue porque el valor de las mercancías no satisface el criterio de precio del producto que ha determinado Economía, y sólo si se modifica el precio que determina la autoridad, lo cual es ilegal.
Ante el acumulado de trámites sin certificación, de hecho el titular de Aduanas del SAT, Ricardo Ahued, está revisando porque la DCE no está facultada para rechazar los premisos automáticos de importación para textiles y calzado, sectores sensibles, y en su caso, está obligado por ley a fundar y motivar el rechazo.
DE FONDOS A FONDO
#Etiquetado… El miércoles pasado, la Cofepris, que encabeza el comisionado José Alonso Novelo, y el director general de Normas de Economía, Alfonso Guati, recibieron el anteproyecto de modificación a la NOM-051 #etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas que elaboraron Economía, Profeco y Cofepris. Le meten todo al #etiquetado frontal de advertencia, así que ¿para qué tanto show con la iniciativa que se discute en el Senado?, si ya se sabe que en el proceso de normalización se aplica la aplanadora gubernamental.
#ForoBanorte… Si Carlos Hank González, presidente del Grupo Financiero Banorte, pudo convertir a la humanoide Sophia en cliente simbólica al otorgarle una tarjeta de crédito, es evidente el compromiso de convertir a la población no bancarizada en clientes reales de la institución.
El desafío social es importante, como también el hecho de que Banorte llega a su foro anual fortalecido como el segundo grupo financiero de México, cumpliendo anticipadamente las metas 2020 que trazó la administración para la dirección general, que encabeza Marcos Ramírez.
Si la meta 20-25 supone un compromiso medible para “incluir financieramente a las personas más rezagadas en materia de ingreso (más de la mitad de la PEA no tiene cuenta bancaria), con el objeto de coadyuvar en la reducción de su nivel de pobreza”, es evidente que el compromiso social del “Banco Inteligente de México” (buen eslogan), es lo que hace que quien clausure hoy el Foro Banorte sea el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ayer en la noche asistieron a la cena los secretarios Rocío Nahle, de Energía; Graciela Márquez, de Economía; Víctor Villalobos, de Sader; Javier Jiménez Espriú, de SCT, y Miguel Torruco, de Sectur, entre otros funcionarios.