“Es el mejor acuerdo posible en las circunstancias actuales”, expresó el presidente nacional de Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther, respecto al cierre de las negociaciones del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
Tomando en cuenta la actitud de la Administración actual de Estados Unidos y las guerras comerciales que ha emprendido contra aliados comerciales como China, Europa, Corea y Japón, de Hoyos Walther dijo que es un “buen acuerdo, no perfecto, pero sí con estas circunstancias”.
Destacó al sector automotriz como uno de los que afrontará el reto que comprende a corto y mediano plazo este nuevo tratado, conocido ahora como USMCA, por United States, México and Canada Agreement.
También en esta rama aceptó que deberá haber un ajuste para balancear las nuevas reglas que se han impuesto en materia laboral, que llevaría a incrementar eventualmente los salarios en algunas regiones de estos tres países.
De Hoyos Walther dijo que en las últimas tres décadas, desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) no se había concretado otro acuerdo de esa relevancia.
“A nuestros ojos fue la más importante política pública en las últimas tres décadas, lo que ayudó a México a ser una potencia exportadora agrícola y de manufactura y ha dado buenos resultados, era nuestro punto de partida para lograr cerrar un tratado que fuera igual o mejor”, comentó.
LO BUENO
La permanencia de Canadá dentro del tratado comercial es positiva, calificó, pues así se mantiene la visión original del libre comercio en la región, quedando el tratado trilateral y no bilateral, entre México y Estados Unidos.
Además, se eliminaron la mayoría de las amenazas que había sobre la negociación y la posible salida repentina de Estados Unidos, lo que hubiera dado pie a que no hubiera acuerdo.
También se eliminaron las cláusulas de muerte súbita y la estacionalidad que afectaba al sector agrícola y aunque se prevé una revisión sexenal del tratado, la temporalidad de renegociación sería cada 16 años. En materia energética, se reprodujeron los principios constitucionales en México, manteniendo la soberanía del sector energético y la propiedad de los mexicanos de los recursos de este mismo sector.
De las novedades se encuentra la inclusión de un capítulo sobre pequeñas, medianas y microempresas, mecanismos de cooperación, mecanismos de intercambio de mejores prácticas, mecanismos para desarrollar incubadoras y aceleradoras de emprendedores y de Pymes.
Otro avance en el Tratado es la inclusión de un capítulo laboral y otro ambiental que forman parte integral del USMCA y son sujetos a los mismos mecanismos de solución de controversias contenidos en el mismo instrumento y estarán sujetos a las mismas sanciones comerciales.
Estos capítulos buscan que México cumpla con los compromisos laborales y ambientales existentes, tanto de la Organización Internacional del Trabajo, como en materia ambiental internacional.
EL RETO
Entre los temas acordados que implican un reto mayor se encuentra el de la industria automotriz, pues la nueva regla implica que se eleven del 62.5% al 75% el contenido regional de los autos que se producen en esta región.
Es decir, la medida busca reducir las importaciones de repuestos de autos de otros países que no sean Estados Unidos, México y Canadá para fomentar la producción y cadena de suministro dentro de esta misma región.
“Esto va a implicar que en el mediano plazo las autopartes y componentes como el acero o aluminio, que se podían traer de fuera de la Zona NAFTA, ahora tengan que ser compradas en estos países, lo que es bueno a un mediano y largo plazo”, dijo el presidente de Coparmex.
Otra de las reglas que pone en desventaja a México en materia laboral es la adición de que el contenido de valor del 40% del vehículo sea integrado en una zona de alta remuneración, es decir, que las plantas automotrices tendrían que pagar a sus empleados de 14 a 25 dólares por hora.
“Habrá que hacer un rebalanceo en la industria automotriz para una transición ordenada y que con el suministro de componentes automotrices se compense”, explicó De Hoyos Walther. Calificó a estos dos incrementos como estratégicos y superables para México.
En el caso de la remuneración se logró negociar que los autos que no cumplieran con esa posibilidad, pagarían un incremento del 5% en aranceles y que para ello han contratado un seguro en caso de que ocurra.
AMENAZAS FUERA
El nuevo acuerdo mantiene vigente la resolución de conflictos y controversias entre los tres países y también incluye un apartado anticorrupción que rebasa los estándares alcanzados en el Tratado del Pacífico.
Coparmex jugó un papel clave en impulsar un capítulo anticorrupción robusto, dijo su presidente, que incluye entre sus cláusulas la tipificación de diversos delitos como el enriquecimiento ilícito y la malversación de fondos.
En las negociaciones también se logró desechar la amenaza de casos contra investigaciones dumping o de subsidios, para productos agrícolas frescos, algo que se llegó a nombrar como un Concepto de Estacionalidad.
“Es un acuerdo que pone retos, que mantiene competitiva la región y permite seguir trayendo inversiones a México, y va a implicar que la industria haga ajustes al sector automotriz muy importantes”, apuntó. De Hoyos Walther felicitó al equipo de Coparmex y a la delegación mexicana que participó en las negociaciones de este nuevo tratado comercial.