Según datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), la producción de maíz en 2018 alcanzó un volumen de 505.375 toneladas, un 20 por ciento menos en relación a las 604.780 toneladas de 2018. La superficie sembrada también se redujo de 234.000 a 191.500 hectáreas, un 22 por ciento.
En opinión de Marcelo Pantoja, presidente de Anapo, el cultivo de maíz ha dejado de ser atractivo para los productores porque no cuentan con las condiciones de tecnología. Indicó que urge un cambio rotundo con el uso de la biotecnología, puesto que, caso contrario, el país se convertirá en importador de maíz.
El gerente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga, coincide en que la producción de maíz ha dejado de ser atractiva porque los rendimientos giran en torno a las 3 toneladas por hectárea, mientras que en países vecinos superan las seis.
Sin embargo, Osinaga indicó que la producción de arroz se encuentra en similar situación pese a que regiones como Santa Cruz, Beni, Cochabamba, Pando y el norte de La Paz tienen condiciones de clima óptimas para este cultivo. Explicó que, a partir de las restricciones a las exportaciones decretadas por el Gobierno de Evo Morales, se redujo la producción de este grano y aumentaron las importaciones.
Según datos del informe de gestión de la CAO, en 2019 la producción de arroz en Santa Cruz alcanzó una superficie de 100.000 hectáreas, un 5,26 por ciento más que las 95.000 registradas en 2018. Sin embargo, un factor que golpeó a los productores de arroz fue el precio, pues bajó de 48 a 38 dólares por fanega, es decir, un 20 por ciento.
Al respecto, Salomé Tupa, productora de arroz, afirma que la sequía registrada el año pasado generó rendimientos por debajo de 2 toneladas por hectárea y, en algunos casos, con granos de mala calidad. Además, los productores fueron afectados por la caída del precio y registraron importantes pérdidas.
Esa situación, según Tupa, descapitalizó a los arroceros, quienes actualmente tienen dificultades para encarar la siembra de la nueva campaña. “Muchos productores han quedado con una pérdida alta y ya no tienen circulante para poder volver a comprar semillas e insumos”, dijo.
La producción nacional de arroz es de 130.000 hectáreas. La demanda llega a 350.000 toneladas.
El 80 por ciento de la demanda interna de arroz es producido en Bolivia. El resto es importado de Argentina y Brasil
PIDEN SEGURIDAD A LAS INVERSIONES
El gerente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga, afirma que el sector productivo necesita con urgencia la liberación de las exportaciones de granos, puesto que esa medida dará certidumbre y seguridad a las inversiones en tecnología para mejorar los rendimientos y la competitividad.
Explicó que las restricciones a las exportaciones limitan las inversiones y esto, consecuentemente, genera el riesgo de desabastecimiento del producto.
Actualmente, existe un decreto que autoriza la exportación del 60 por ciento de la producción de soya; los productores piden la totalidad.
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