A través de una nota de investigación titulada “La industria del acero ante los cambios del T-MEC“, los analistas Janneth Quiroz Zamora, subdirectora de Análisis Económico, y Marcos Arias Novelo, analista económico de este grupo financiero, expresaron que aunque México tiene una ventana de transición de siete años, son varios los cambios requeridos.
Sobre todo, precisaron que este sector atraviesa por condiciones adversas, debido a que obliga al país a sustituir buena parte de sus importaciones de acero.
Los analistas indicaron que en México la oferta existente de aceros especializados no es suficiente para abastecer a las empresas del sector automotriz, por lo que el faltante se trae de otras regiones.
Detallaron que de las tres principales empresas involucradas en la proveeduría de aceros especializados para la industria automotriz mexicana, una de ellas, Altos Hornos de México (AHMSA), se encuentra en una situación financiera vulnerable que le impediría destinar recursos sustanciales al mejoramiento de sus capacidades en el corto plazo.
Mientras que las otras dos, expresaron, ya tienen proyectos en marcha para construir instalaciones de laminación en caliente. De éstas, Ternium deberá relocalizar su producción de planchones para cumplir con los requerimientos de la norma, lo que implicará una inversión sustancial.
Mientras que ArcelorMittal, desde septiembre de 2017 anunció una inversión por mil millones de dólares para la construcción de una laminadora dentro de su planta en la Zona Económica Especial de Lázaro Cárdenas, Michoacán, misma que está prevista se termine en mayo de este año, expresaron los analistas.
Bajo estas circunstancias, explicaron, es probable que se requiera inversión extranjera para expandir la producción de aceros laminados demandados en el sector automotriz.
Los analistas de Monex dijeron que para que México logre un mayor aprovechamiento del nuevo acuerdo comercial se requieren de ajustes significativos.
Por lo que la atención no deberá centrarse sólo en la inyección de recursos para la ampliación de las capacidades siderúrgicas, sino que se requerirán inversiones complementarias para lograr que la industria nacional sea competitiva, expresaron.
Por ello, ante el panorama planteado por el protocolo modificatorio del T-MEC, es evidente la necesidad de una amplia coordinación entre el sector público y el privado, para mejorar la infraestructura existente y facilitar el financiamiento de nuevos proyectos, dijeron los expertos.
De esta manera, consideraron que el sector público tiene que llevar a cabo acciones que garanticen un clima propicio para la inversión, y en particular, debido a que varios de los proyectos operan en horizontes de largo plazo.
Entre éstos, añadieron, está el fortalecer el Estado de derecho, preservar la estabilidad macroeconómica y combatir la corrupción. “Aunque las exigencias son elevadas, la procuración de estas condiciones representa también una oportunidad en beneficio no sólo de la industria acerera, sino del grueso de la actividad económica del país”.
*Fuente: https://aristeguinoticias.com/