En México se cultivan dos variedades (limón persa 30% y mexicano 70% del total nacional), las cuales están bastante bien diferenciadas por zonas productoras, tipos de tierras (riego o temporal) esquemas de comercialización, etc., sin embargo, ambas variedades, se complementan de manera natural para satisfacer las demandas del mercado (tanto nacional como internacional).
El limón persa o “sin semilla”, se dedica casi exclusivamente a la exportación, este cítrico en los últimos años ha tenido un importante auge, lo que ha permitido elevar la superficie cosechada y la producción. El mexicano por su parte, se destina al abastecimiento del mercado nacional, debido a su mayor preferencia por parte de los consumidores.
El limonero es un árbol o arbusto pequeño que raras veces sobre pasa los 4 m altura. Sus ramas delgadas tienen espinas cortas, con hojas pequeñas, redondas en la base y de color verde pálido. Las flores son pequeñas y blancas, y su fruto se llama limón. El fruto es pequeño y redondo, con una leve protuberancia en la extremidad.
Actualmente se satisface 100% de los requerimientos nacionales con producción interna, asimismo, las importaciones mundiales han aumentado 54.76 % en las últimas décadas, lo que ha generado un aumento en las importaciones mundiales han aumentado 54.76% en las última década, lo que ha generado un aumento en las exportaciones mexicanas principalmente con destino a Estados Unidos, Países Bajos y Reino Unido. El consumo nacional es de 1.75 MMt, con una producción 2.42 MMt. Con exportaciones de 0.67 MMt.
El limón es el segundo cítrico más importante en nuestro país, tanto por su consumo en fresco como por su uso industrial. Dentro del contexto mundial, México está considerado como el principal país productor en las dos variedades.
En el año comercial 2016/17 (agosto – julio) el país participó el 33.8% de la producción mundial (7 millones de toneladas) y en la última década, el país se ubicó como el principal exportador mundial. (USDA/FAS, 2017). La producción nacional de limón en 2017, fue de 2.5 millones de toneladas, representando un crecimiento de 3.4% respecto al año previo. El principal destino del limón mexicano o limón agrio fue Estados Unidos; mientras que el limón persa se envió principalmente a Estados Unidos, Países Bajos y Reino Unido. En San Luis Potosí en el 2017 la producción fue de 40, 595.60 toneladas con un valor de producción 288,265.28 pesos.
Este cítrico participa en la Planeación Agrícola Nacional 2017-2030, que agrupa los productos básicos: trigo grano, cristalino y harinero; maíz blanco y amarillo; café, caña de azúcar, frijol, avena forrajera, y cacao; oleaginosas (canola, girasol, cártamo y soya), y manzana, sorgo garbanzo y arroz. Así como los cultivos estratégicos con potencial de mercado: agave (tequila y mezcal); aguacate; bioenergéticos (higuerilla, jatropha y apego dulce); mango, piña y algodón; chiles y pimientos; cebada grano y jitomate; cítricos (limón, naranja y toronja); uva, papaya, palma de aceite y fresa; frutillas del bosque (arándano, zarzamora y frambuesa), y nuez pecanera, vainilla y palma de coco. Con el cual se tiene la oportunidad para definir con quién podemos ser socios de largo plazo porque valora el esfuerzo de los productores mexicanos, mediante una guía para saber qué mercados demandan alimentos nacionales y qué exigen los consumidores del mundo.