Guadalajara, Jal. Debido a la desconfianza que generó a nivel internacional la presencia del virus de influenza aviar AH7N3 que en el 2012 hizo crisis en la región de Los Altos de Jalisco —principal productor de huevo en el país—, la exportación del alimento está detenida y, con excepción de Japón, el resto de los mercados permanecen cerrados para el producto mexicano.
Frente a ese escenario, la producción avícola de Jalisco debe diversificarse hacia otros estados, afirmó el empresario del sector, César de Anda Molina.
“Ir a producir a otros estados; las empresas de Jalisco tienen que ser multirregionales, pero sobre todo, no perder el liderazgo”, manifestó el expresidente de la Comisión Internacional del Huevo.
Como ejemplo, citó que sus empresas (Avibel de México y Grupo Innova Alimentos), ya se encuentran produciendo en estados como Chihuahua, San Luis Potosí, Colima, Zacatecas y Aguascalientes.
“(En Jalisco) ya hay una contaminación que necesitamos sacar de raíz; ahí debe haber un vacío sanitario para luego continuar con el crecimiento”, señaló De Anda Molina.
“Las empresas de Jalisco están creciendo fuera del estado y eso demuestra que los empresarios, emprendedores, empleadores del estado también pueden hacerlo fuera, en otras regiones del país, incluso en el extranjero”, puntualizó.
Gigante agroalimentario
El también expresidente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA) destacó que el tema sanitario será “una preocupación permanente que tenemos que atender y que no podemos descuidar ni un minuto, por lo que, si nosotros queremos asumirnos como el gigante agroalimentario de México tendremos que hacerlo en toda la extensión de la palabra.
“Por eso es la importancia de diversificar las zonas de producción”, indicó a El Economista.
“Hoy, hay que pensar con miras altas, hay que tener una visión mucho más periférica y así será toda la gestión de las empresas agroalimentarias de Jalisco”, refirió César de Anda.
De acuerdo con cifras de la UNA, Jalisco aportó 54% de la producción nacional de huevo al cierre del 2017.
En el 2012, la presencia del virus de gripe aviar AH7N3 obligó al sacrificio de más de 22 millones de gallinas de postura, generó pérdidas económicas para el sector avícola por 8,600 millones de pesos y a partir de entonces, los mercados internacionales cerraron sus puertas a la importación de huevo producido en México.