Durante el panel “Sinaloa, eslabón logístico”, moderado por Didier Ramírez, Director Editorial de Grupo T21 en Expo Encargo, los participantes coincidieron en que el puerto de Mazatlán cuenta con potencial para movilizar diferentes tipos de carga, toda vez que tiene elementos diferenciadores a otros puertos del Pacífico, como es el tema de la seguridad de las mercancías dentro y fuera del recinto, nulos bloqueos al flujo de la cadena logística y no está saturado; aunque debe sortear algunos retos en otras materias.
“La concentración naviera ha generado presión en las terminales, ahora recibimos barcos de 220 metros de eslora de Hapag Lloyd pero conforman rutas con otros puertos y no podemos dejar de lado que, si los otros puertos cambian o la naviera decide cambiar de buque a uno más grande, a Mazatlán no puede entrar. Cada área debe potenciar el puerto, mejorar equipamiento, el transporte lo mismo, actualizar la flota. Tenemos que trabajar en la cadena logística a bajo costo”, mencionó Mauricio Ortiz, Director General de Terminal Marítima Mazatlán (TMAZ), quien agregó que debe haber inversiones en materia de adecuación de la infraestructura del puerto.
No obstante, mencionó que “en logística hay que inventarse todos los días y nos obliga a buscar nuevos mercados”, derivado de la incertidumbre comercial global que orilla al sector logístico a buscar nichos donde Mazatlán es atractivo para clientes como la industria automotriz, pese a que las armadoras estén más cerca de otros puertos, así como segmentos como el acero, donde se les deben ofrecer valores agregados como servicios competitivos en costos, rendimientos y calidad.
Sobre este punto, Alberto Montemayor, Director Comercial de Baja Ferries, añadió que los clientes actualmente buscan soluciones logísticas integrales, de tal forma que debe haber mayor sinergia entre los diferentes modos de transporte para elaborar trajes a la medida de los clientes, y destacó el proyecto intermodal que desde marzo realiza en alianza con Ferromex, donde la primera y última milla la realiza el autotransporte, la carga sale del centro del país a Topolobampo vía ferroviaria y se transporta en barco hasta La Paz en Baja California Sur.
“El cliente no requiere servicios puerto a puerto, sino puerta a puerta y debemos adaptarnos, encontrar nuevas maneras de trabajar, que exista empatía del cliente. Como transportistas debemos ser capaces de tener un tema de confianza al cliente, esto implica estar actualizados, ver las necesidades del mercado que se modifican de forma acelerada, cuando iniciamos hace cinco años a planear el servicio intermodal decían que no iba a funcionar y ahora subimos cada vez más carga al tren. Los modos de transporte no son competencia sino complemento”, enfatizó Montemayor.
Al respecto, Gladys Avaroa, Directora de Operaciones de Ameriben, el frigorífico del puerto de Mazatlán, dijo que además debe haber coordinación entre los diferentes prestadores de servicios involucrados en el comercio exterior, por lo que en Mazatlán se trabaja en la consolidación de una comunidad portuaria que ya viene trabajando en temas de eficiencia operativa y promoción, con resultados en incremento en manejo de cargas.
Sin embargo, también sostuvo que los prestadores de servicios logísticos deben contar con la infraestructura adecuada para dar servicios competitivos a los clientes, como es el caso de Ameriben, que brinda soluciones de almacenaje, temperatura controlada, punto de inspección fitozoosanitario, entre otros. Aunado a temas de infraestructura portuaria y carretera, donde deben participar las autoridades correspondientes.
En ese sentido, Juan Manuel Millán, Director General de la transportista TinyPack, agregó que de acuerdo con el Banco Mundial que en 2014 realizó un estudio, la carretera Mazatlán-Durango facilitó los tránsitos de camiones entre diferentes estados hasta llegar al noreste del país, con todo y los constantes deslaves en los que se debe invertir; aunque, añadió, para generar mayores tráficos hacia el puerto de Mazatlán primero debe haber una mayor industrialización para que se genere demanda de carga desde este origen hacia afuera, lo cual incluye la disposición de transporte refrigerado ante una escasez mencionada en el panel.
“Tenemos un equipo que debe de acercarse al consumidor final, cómo podemos hacer para que el transporte venga a Mazatlán a mover tipos diferentes de carga, aquí la cuestión es la demanda, si un transporte (camión) es un activo costoso y tenerlo detenido es caro por la pura depreciación de la unidad; se tiene que estar viendo si hay inconsistencia en el flujo naviero o poca demanda de traslados, es menos interesante venir a Mazatlán, se vuelve caro el servicio para volver rentable el equipo cuando permanece parado”, abundó Millán.
Para continuar con el incremento en los volúmenes de carga que se mueve por el puerto, los especialistas coincidieron en que debe haber mayor promoción de sus ventajas competitivas y dejar de lado la estigmatización sobre temas de inseguridad que no afectan a la carga, lo cual se realizará de forma más intensa cuando quede constituida de forma legal la comunidad portuaria.
*Fuente: http://t21.com.mx/
Autor: Luis Alberto Zanela