Datos del inventario de Propiedades.com informaron que, del 15 de octubre de 2018 al 3 de junio de 2019, los precios de los inmuebles en Santa Lucía aumentaron 11.36 por ciento, mientras que en el NAIM hubo un decremento de 16.31 por ciento en el mismo periodo.
Actualmente el precio medio por metro cuadrado de una casa en venta en Santa Lucía es de 10,217 pesos mientras que en Texcoco es de 7,113 pesos.
Para el análisis se tomaron en cuenta los precios de la mezcla inmobiliaria de 18 colonias cercanas a los terrenos donde se edificaba el NAIM y de las nueve que conforman la zona de Santa Lucía.
Lo anterior sin tomar en cuenta que el Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Estado de México suspendió la construcción del proyecto en Santa Lucía hasta que no se realicen estudios de impacto ambiental.
Ante esto, Andrés Manuel López Obrador dijo el 4 de junio de 2019 en conferencia de prensa que se respetará el dictamen judicial, al mismo tiempo que prometió tener a principios de julio del año en curso el estudio ambiental y la documentación necesaria para iniciar los trabajos en la zona.
La opinión de los expertos
“El proyecto de Santa Lucía tiene un potencial de largo plazo ya que es un buffer con una mezcla inmobiliaria de todo tipo” dijo Leonardo González, analista de Real Estate de Propiedades.com.
El portal de vivienda también explicó que en 2016 la oferta residencial en Santa Lucía era de 65 por ciento y en 2019 pasó a 91 por ciento. Mientras que en Texcoco bajó de 100 por ciento a 90 por ciento en el mismo periodo.
González comentó que a medida que se observen avances en el proyecto del aeropuerto, se esperan mejores servicios y aptos para que las personas vivan dignamente en la periferia.
¿Rentar o comprar en la zona?
Alejandro Kuri Pheres, miembro del Consejo Consultivo Nacional y expresidente Nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) comentó que optar por comprar cerca de proyectos como el aeropuerto o una refinería, en el caso de Dos Bocas, Tabasco es cuestión de aversión al riesgo.
“El tema de las rentas para ver qué pasa puede resultar contraproducente porque en un año los terrenos pueden costar el doble y las propiedades que se hagan ahí pueden irse al doble en dos años”, dijo Kuri.
El experto explicó que hay inversionistas que prefieren esperar a que las cosas se esclarezcan, aunque no obtengan muchos rendimientos. También los que se arriesgan, compran el terreno barato y le apuestan al desarrollo. Finalmente están los conservadores que esperan a que los precios se estabilicen y los proyectos se realicen.
“Esto es igual que comprar acciones, puedes comprar acciones de alto riesgo y tener un gran rendimiento o también puedes perder”, comentó. Agregó que, así como en la Bolsa Mexicana de Valores hay varios perfiles de inversionistas, también los hay en el sector inmobiliario.