Este desempeño se explicó por una mayor caída en la productividad de los trabajadores en el sector industrial y servicios.
Respecto a los servicios, principal motor de la economía nacional, se observó un retroceso de 2.6 por ciento anual, por lo que el indicador hiló cinco trimestres consecutivos en terreno negativo, mientras que en la industria la contracción fue de 0.78 por ciento.
En el sector primario, el indicador subió 4.1%, su mayor incremento desde el segundo trimestre de 2016.
La productividad laboral se obtiene de la relación entre el Producto Interno Bruto, y el número de horas trabajadas y el número de ocupados en el país, por lo que es un factor clave para el crecimiento económico.
“(Es importante elevarla porque)provoca una reacción en cadena al interior de la empresa, que abarca una mejor calidad de los productos, mejores precios, estabilidad del empleo, permanencia de la empresa, mayores beneficios y mayor bienestar colectivo”.
*Fuente: https://vanguardia.com.mx/