Los tres alcanzaron el denominado Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) el 30 de septiembre, poniendo fin a un año de difíciles negociaciones, que siguieron a la exigencia del presidente Donald Trump de que el pacto comercial anterior fuera renegociado o desechado.
Pero el T-MEC no ha acabado con las dificultades comerciales en América del Norte y, si la ratificación se retrasa mucho más tiempo, podría convertirse en un rehén de la política electoral antes de comicios presidenciales en Estados Unidos en 2020 y de que Canadá vaya a las urnas en octubre.
El retraso significa que las empresas aún no están seguras sobre el marco que regirá las inversiones en la región.
“El T-MEC está en problemas”, dijo Andrés Rozental, exsubsecretario de Relaciones Exteriores de México para América del Norte, pese a que cree que el acuerdo será finalmente aprobado.
El Parlamento de Canadá también debe ratificar el tratado, pero funcionarios dicen que los tiempos apremian. A los legisladores actuales solo les quedan unas pocas semanas de trabajo antes del inicio de un receso en junio y los miembros del nuevo Parlamento tendrían pocas posibilidades de abordar la ratificación hasta 2020.
Además, Trump ha amenazado con retirarse del antiguo pacto, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), si el Congreso no se da prisa. Si Trump abandona el acuerdo, los tres países volverían a las reglas comerciales previas a 1994.
Tarifas vs. Amenazas
Canadá y México están buscando una exención a los aranceles que Estados Unidos impuso el año pasado a importaciones de metales.
Los gravámenes a los metales no se incluyeron en el T-MEC por lo que ambos países están impacientes por resolver el problema. México ha amenazado repetidamente con apuntar a nuevos productos estadounidenses como represalia si se imponen impuestos aduaneros.
Mientras tanto el jueves, Trump reiteró que impondrá aranceles a las exportaciones de automóviles mexicanos a menos que México colabore en frenar la inmigración ilegal y detener a narcotraficantes.
México dijo que estaba revisando una lista de productos sujetos a represalias por los aranceles que Estados Unidos impuso al acero y aluminio mexicanos el año pasado, dijo Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior de México, quien agregó que estaría terminada a fines de abril.
“Va a haber de todo”, dijo a Reuters, sin dar más detalles de cómo se podría modificarse una lista que originalmente incluía el bourbon, varios tipos de queso, piernas de cerdo, acero y otras cosas.
De la Mora dijo que “están todas las opciones en la mesa”, a la pregunta de si México ratificará el tratado en caso de que persistan los aranceles a los metales.
En Ottawa, la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, dijo esta semana que su gobierno estaba “constantemente” mirando su propia lista de represalias, y señaló que los aranceles de Trump dejaban más de 16,000 millones de dólares canadienses de margen para responder.
Freeland no dijo cuándo podría cambiar la lista de productos, pero una fuente del gobierno que habló en condición de anonimato comentó que podría no ser necesario, si bien sostuvo que Canadá estaba coordinando con México sus opciones.
El primer ministro Justin Trudeau, que enfrenta una dura batalla por la reelección, rechazó el jueves la aceptación de cuotas al acero y el aluminio canadienses a cambio de que se reduzcan los aranceles estadounidenses.
Trudeau fue criticado durante las negociaciones del T-MEC por ceder terreno a Trump en el acceso al sector lácteo de Canadá.
Trabajadores
Los demócratas estadounidenses han amenazado con bloquear el T-MEC a menos que México apruebe una legislación para mejorar los derechos laborales de los trabajadores, una demanda que respalda el gobierno canadiense.
Un proyecto de ley que ya está en el Congreso de México para fortalecer los sindicatos debería de ser aprobado este mes, dijo recientemente el gobierno.
Trump ha culpado al TLCAN por la pérdida de millones de empleos en Estados Unidos por la hégira a México de compañías para emplear mano de obra más barata.
“Mientras más se acerca este tema la elección, mas difícil será que los demócratas le quieran reconocer a Trump una victoria” al ratificar el T-MEC, dijo Sergio Alcocer, exsubsecretario de Relaciones Exteriores de México.
Algunos demócratas están presionando para cambiar el acuerdo, una idea a la que se resisten tanto los funcionarios canadienses como mexicanos.
“La gente debe tener mucho cuidado al abrir lo que realmente podría ser una caja de Pandora”, dijo Freeland el jueves refiriéndose a las amenazas de Trump para reabrir las negociaciones.