La industria logística atraviesa por una ola de innovación bastante interesante: está experimentando un cambio mayor que implica tanto el uso de tecnologías disruptivas como la adopción de nuevos modelos de negocio y procesos inclinados hacia la digitalización y automatización. PwC calcula que para el año 2030 y a raíz de estas iniciativas, el sector reducirá sus costos de transportación en 47%; los de la cadena de suministro, en 41%, y las entregas de última milla, en 51%.
En la actualidad, tecnologías como brazos robotizados, inteligencia artificial, software de gestión de cargas y control de flotas, Internet de las Cosas, analítica de Big Data, sistemas de geoposicionamiento y navegación, blockchain, impresión 3D, RFID, predictibilidad basada en algoritmos, realidad aumentada y drones para entregas automatizadas ya impulsan la transformación digital de las empresas de esta industria (o lo harán en el corto plazo), convirtiéndola en una de las más innovadoras de cara al futuro.
Asimismo, desde siempre, la continuidad del negocio y los datos han sido la base de este sector. Aunado a inyectar innovación en su operación, las empresas logísticas deben considerar también entre sus prioridades el cuidado, seguridad, acceso y disponibilidad de su información, aplicaciones e infraestructuras. Por la naturaleza del negocio logístico, la época de lluvias implica un desafío adicional importante, a causa de la posibilidad de inundaciones en caminos e instalaciones, tráfico incrementado, interferencias, fallas tecnológicas y eléctricas, etcétera.
Según cifras del Reporte de Administración de Datos en la Nube 2019 de Veeam, el 7% de las empresas en México han experimentado seis o más fallas eléctricas inesperadas en el último año, y aunque pudiera ser bajo el porcentaje lo crítico es que éstas redundan en pérdida de confianza de los clientes en el 52% de los casos. Es claro por qué el uso de tecnologías adecuadas es vital para que las organizaciones logísticas puedan mantener en línea la operación y la interacción con clientes para que el negocio continúe avanzando tal como lo hace su flota vehicular.
Los GPS ayudan a los operadores al proveer la ruta más conveniente sorteando congestionamientos viales, cierres a la circulación, encharcamientos y más. De igual forma, los sistemas de colaboración integrales brindan opciones a empleados y clientes en el caso de líneas telefónicas y celulares caídas.
Sin embargo, no todo es tan sencillo de resolver. Cuando los datos más críticos del negocio y su acceso se ven comprometidos a causa de fallas eléctricas, o bien si una fuerte lluvia vulnera instalaciones físicas, los negocios logísticos tienen la nube como aliada, pero la estrategia debe tomarse en serio.
Gracias a la nube, los negocios pueden almacenar y gestionar datos y aplicaciones de forma segura y eficiente, además de facilitar labores como el respaldo, replicación y recuperación, garantizando así la disponibilidad de la información. Con todo, para que las empresas logísticas logren aprovechar al máximo la transformación digital, la implementación de la nube requiere adecuarse a la actualidad; es decir, enfocarse en alcanzar una Gestión Inteligente de Datos en la Nube, en la cual la información está disponible en toda la empresa en todo lugar y momento.
Pero no sólo eso, sino que en conjunto con las tecnologías más innovadoras lleva a los negocios a un nuevo nivel. Con una efectiva gestión de datos en la nube e inteligencia artificial, por ejemplo, las organizaciones logísticas crean vistas del negocio en su conjunto, seguras y en tiempo real, hecho que les brinda una mucho mayor capacidad de reacción y facilita la toma de decisiones inteligentes y oportunas, logrando que las inclemencias del tiempo y otras eventualidades no tiren sus esfuerzos por la borda.