Aunque acaparó menos titulares, los aranceles también alcanzaron al aluminio, un metal que aunque en México no se funde, sí se transforma en decenas de productos, desde enseres domésticos, hasta marcos de puertas y ventanas y componentes automotrices. Según datos de la Cámara Nacional del Aluminio, cada año el país produce 2.5 millones de toneladas en productos de aluminio, de los cuales exporta aproximadamente 450,000 a Estados Unidos. Otras 600,000 toneladas se envían a Centro y Sudamérica, Europa y Asia.
Si bien el presidente Trump quitó los aranceles a las importaciones de productos de acero y aluminio en mayo de 2019, allanando el camino para la ratificación del T-MEC, el respiro para el sector duró muy poco, ya que solo diez meses después, la pandemia del coronavirus volvió a trastocar la dinámica de la industria.
“Estábamos acostumbrados a crecimientos anuales de entre 8% y 14%, pero tras la pandemia, esperamos una caída de 40%, debido a un desplome en la demanda de nuestros principales clientes”, afirma Ramón Beltrán, presidente de la Cámara Nacional del Aluminio (Canalum).
Distribución de la demanda de aluminio en México