Toyota planea que para 2025 todos sus modelos tengan una versión alternativa al motor de combustión. Es decir, que de cada modelo habrá una opción híbrida, con batería o con celdas de hidrógeno.
Para lograrlo, la marca japonesa ha destinado miles de millones de dólares en investigación y desarrollo. “Gastamos más o menos 1 millón de dólares cada hora en el desarrollo de nuevas motorizaciones, así como en avanzar en la conducción autónoma”, dijo Brian Lyons, gerente de comunicaciones de seguridad y calidad para Toyota Motor Sales en Estados Unidos, en conferencia de prensa.
La compañía ya tiene varios vehículos híbridos en las calles —en México vende dos, el Prius y el Prius C—, y en los próximos dos años se ha puesto la meta de lanzar 10 autos eléctricos, tanto con batería como con celdas de hidrógeno.
El principal reto que ve este especialista es la infraestructura de recarga. “Yo creo que tendríamos menos problemas con el hidrógeno. Creo que sería más fácil implementar infraestructura de recarga de este tipo, ya que se puede obtener hidrógeno de diversas fuentes, incluso del estiércol”, dijo Lyons.
Por ello, Toyota construye una planta de ‘trigeneración’ para obtener electricidad, hidrógeno y agua a partir del estiércol de las vacas que viven en las granjas lecheras de California. “Vamos a extraer el metano, y de ahí el hidrógeno”, detalló.
Esta planta tendrá capacidad para generar 1.2 toneladas de hidrógeno y 2.35 megawatts por día. Este hidrógeno abastecerá las estaciones de recarga de California, donde la japonesa comercializa el Mirai, un vehículo eléctrico que, en lugar de usar batería de ion-litio, funciona con celdas de hidrógeno.