*Es fundamental para que la economía avance, aun en tiempos de cuarentena
El estado de emergencia nacional declarado en México con el fin de detener la propagación de COVID-19, trajo consigo medidas de aislamiento generalizadas, así como varios sectores y empresas detenidas. Sin embargo, el sector de las Comunicaciones y Transportes, que lleva Javier Jiménez Espriú, se vuelve fundamental para que la economía avance, aun en tiempos de cuarentena.
Así, el transporte terrestre y marítimo, trabaja actualmente para que productos como los alimentos, granos, medicamentos e insumos médicos necesarios para el combate del coronavirus, lleguen de una manera segura y rápida, además de garantizar el cumplimiento de los protocolos sanitarios, situación que se cumple por la coordinación entre, autoridades como la SCT y la Secretaria de Salud.
Justo aquí, vale la pena destacar la labor que se realiza día a día en los 117 puertos y terminales habilitadas en las costas mexicanas, todos éstos, parte del sistema portuario nacional, que lleva la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante (CGPMM), a cargo de Héctor López Gutiérrez.
En ellos se reciben aproximadamente 9 mil 800 buques de carga cada año, lo que representa 31 por ciento del comercio internacional.
Sumado a que el 50 por ciento de la recaudación que lleva a cabo el Servicio de Administración Tributaria (SAT) a cargo de Raquel Buenrostro, en el país por operaciones de comercio exterior, provienen de la actividad portuaria.
En el contexto actual, las labores puestas en marcha por el equipo de López Gutiérrez, se han vuelto más importantes que nunca. Así, se han reforzado las medidas sanitarias de todas las instalaciones portuarias para garantizar su desinfección; además de promover entre el personal el uso de guantes y mascarillas para prevenir contagios.
En paralelo y ya en tiempos de la 4T, se tienen en puerta diversos proyectos de inversión para el desarrollo de Sistemas Intermodales Portuarios Costeros (Sipcos), como la creación de carreteras marítimas de cabotaje y transporte marítimo de corta distancia; la adquisición de buques; la construcción de una nueva terminal de cruceros en Mazatlán; la ampliación y modernización de diversos puertos; así como construcción de infraestructura para acelerar la movilización de combustibles en la franja del Pacífico.
