El gobierno de Donald Trump anunció que impondrá aranceles por un valor de hasta 60 mil millones de dólares anuales a China para contrarrestar sus “prácticas injustas” en materia de propiedad intelectual, una medida que puede desatar una guerra comercial entre las dos potencias.
“Tenemos un déficit con China que, como lo veas, es el mayor déficit de cualquier país en la historia del mundo. Está fuera de control”, dijo Trump antes de firmar un memorando. “Tenemos una tremenda situación de robo de propiedad intelectual, que suma cientos de miles de millones de dólares”, agregó.
Los aranceles, que irán de la mano de restricciones a la inversión tecnológica china en Estados Unidos, suponen la medida más dura que el gobierno de Donald Trump ha impuesto hasta ahora a China, y el gigante asiático ya ha amenazado con posibles represalias, lo que aumenta los temores de un conflicto comercial global.
El representante estadunidense de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, anunció también que demandarán a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por supuestas violaciones de leyes comerciales.
Esta nueva ofensiva proteccionista se produce dos semanas después de que el presidente promulgara aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 por ciento a las de aluminio, una decisión que suscitó la reprobación internacional y severas críticas al interior de su propio campo republicano.
Estados Unidos y China mantienen fuertes vínculos económicos y financieros. Sin embargo, la administración Trump acusa al gobierno chino de “competencia desleal” al exportar hacia su mercado bienes fuertemente subvencionados vendidos a bajo precio, lo que ha conducido a un colosal déficit comercial estadunidense.
En 2017, Estados Unidos registró un saldo deficitario de la balanza comercial con China de 357 mil 200 millones de dólares, 8.1 por ciento más que el año anterior, sólo por el intercambio de mercancías, es decir con exclusión del sector servicios.
Los aranceles tendrán como objetivo principal sectores industriales en los que “China ha buscado obtener ventajas a través de la adquisición desleal o forzando transferencias de tecnología desde compañías estadunidenses”, dijo el asesor económico Everett Eissenstat.
La oficina del representante estadunidense de Comercio Exterior tendrá 15 días para publicar una lista de productos afectados por los aranceles, que podrían afectar a unos mil 300 tipos de bienes, que podrían oscilar desde zapatos y ropa hasta aparatos de tecnología punta.
Una vez publicada esa lista, habrá un periodo de comentarios públicos antes de que los aranceles entren en vigor, según la Casa Blanca.
Por otra parte, Trump dará 60 días al Departamento del Tesoro para decidir cómo restringir la inversión tecnológica china en Estados Unidos debido a sus prácticas de “distorsión del mercado”, en palabras de Peter Navarro, asesor comercial del presidente estadunidense.
Las medidas son el resultado de una investigación que Trump ordenó el pasado mes de agosto a Robert Lighthizer, para determinar si las prácticas de China en materia de propiedad intelectual dañan a las empresas estadunidenses.
La oficina de Lighthizer concluyó que eso ocurre en efecto, porque China fuerza a las empresas estadunidenses a transferir su tecnología a compañías chinas como requisito para hacer negocios en ese país.
China es, tras la Unión Europea (UE), el segundo socio comercial de Estados Unidos y con el que registra un abultado déficit comercial que Trump ha prometido reducir dentro de su agenda de proteccionismo.
(Con información de Agencias)