Todos tenemos una idea de algún tipo sobre la inteligencia artificial y de su potencial impacto en nuestras vidas tanto en el futuro cercano como distante. A medida que nuevos avances surgen, se ven más usos prácticos de esta tecnología en los productos que usamos diariamente.
Gartner define a la inteligencia artificial (IA) como la tecnología que parece emular el performance humano típicamente aprendiendo, llegando a sus propias conclusiones, entendiendo contenido complejo, dialogando naturalmente con las personas, optimizando el conocimiento humano (también conocido como computación cognitiva), o reemplazando a las personas en la ejecución de tareas no rutinarias.
En otras palabras, la IA es una herramienta que puede aumentar y optimizar muchas de nuestras rutinas diarias, aprender y adaptarse y potencialmente reemplazar la necesidad de la interacción humana en ciertas tareas.
Por supuesto no todos tiene una visión tan optimista sobre las implicaciones futuras de la inteligencia artificial.
El reconocido físico Stephen Hawking, advirtió: “En breve, el surgimiento de la IA será lo mejor o lo peor que le ha ocurrido a la humanidad. Todavía no sabemos cuál de los dos”.
Las aplicaciones de IA continúan surgiendo en las cadenas de suministro de las empresas de todo el mundo. El principal deseo es acercarse al consumidor y optimizar su experiencia. Ya existen algunas lecciones en cuanto a los bienes de consumo:
Cepillos de dientes inteligentes: Muchas empresas reconocen los beneficios de los productos conectados. Los cepillos de dientes se están transformando en generadores de datos y esto crea una oportunidad para desarrollar una relación con los usuarios. Los cepillos de dientes inteligentes se conectan con una app que monitorea la actividad de cepillado.
Los datos del cepillado se pueden compartir con los dentistas de manera que pueden hacer un seguimiento del comportamiento del cepillado. De la misma manera, los datos compartidos con los aseguradores de salud pueden disminuir las primas y brindar ahorros de costos para el usuario.
Existen otro beneficios del producto diseñado para ayudar a los usuarios a mejorar su salud oral, brindan feedback de la técnica de cepillado recolectadas por medio de inteligencia artificial.
Asesor de piel: en otro uso de la IA, Procter & Gamble utiliza la inteligencia artificial para crear un servicio de asesoría de piel para su marca Olay. Esta tecnología surgió como resultado de la frustración que experimentan las mujeres en lo que respecta a las marcas de cuidado de la piel, que durante años han presentado una cantidad de productos para los distintos problemas de piel.
El asesor de piel Olay es una plataforma tecnológica basada en la web, que utiliza inteligencia artificial para ayudar a las mujeres a saber más sobre su piel, que necesita y por supuesto los productos correctos que debe utilizar. Los usuarios se sacan una selfie sin maquillaje y completan una breve encuesta sobre su rutina con la piel, lo que produce millones de selfies recolectadas y utilizadas para crear un algoritmo para detectar las zonas de envejecimiento.
Olay puede opinar exactamente en que lugar de la cara se necesita un determinado producto, recomendar que se debería utilizar, así como aconsejar cuando la piel se ve bien.
La IA detrás de este servicio irá mejorando en cuanto a las recomendaciones a medida que las mujeres suban más fotos. Ya se ha utilizado más de un millón de veces desde su versión beta en septiembre 2017 con más de 80 millones de mujeres utilizando los productos Olay en todo el mundo, P&G confía que irá mejorando con el tiempo.
“La IA no es tecnología del futuro, ya está transformando nuestro mundo hoy”, afirma Greg Estes, vice presidente de programas de desarrollo en NVIDIA, cuya plataforma de aprendizaje fue utilizada para capacitar a la red neural del Asesor de Piel Olay. “Olay y otras marcas lideres utilizan la IA para embeber los dispositivos y apps con inteligencia, creando nuevas experiencias, personalizaciones sin precedentes y beneficios en la vida de las personas”.
¿Cuáles son entonces las lecciones que las empresas deben aprender? Primero, como lo demuestra el cepillo de dientes inteligente, las empresas deben estar preparadas para mirar y evaluar cada proceso y poder compartir esos dados de manera de lograr el mayor beneficio con la IA.
En segundo lugar, el ejemplo Olay demuestra que no solo la interacción con los usuarios finales es vital sino que la implementación de la IA debe estar diseñada para funcionar en escala. Esto abre una cantidad enorme de temas, desde la comunicación para el uso de la tecnología que se usará en las plataformas de IA, como se almacenan los datos y como se acceden.
*Fuente: http://www.logisticamx.enfasis.com/