Sin lugar dudas, el crecimiento global que se ha registrado en el e-commerce durante los últimos cinco años, se ha dado por la extensión de las compras online a nuevas zonas geográficas, el uso de Internet, así como la mejora en la seguridad de la gestión electrónica de los pagos.
Por su parte, el incremento del volumen de transacciones electrónicas pondrá de relieve cuestiones, como la seguridad de los pagos en una sociedad cada vez más interconectada, sobre todo en relación con la posibilidad de que abunden los ciberataques y las suplantaciones de identidad, además hay que tener en cuenta que las experiencias de compra van ganando complejidad.
A su vez, la capacidad de gestión de los pagos por parte de las compañías podría convertirse en uno de los elementos fundamentales en la competencia, sobre todo cuando crezca el volumen de las compras que se realizan a través del canal on-line.