“Precisamente es ahora que Europa se acerca y mira de frente a México”, dijo a T21 Gustavo González de Vega, Delegado especial de la Zona Franca de Tenerife.
Esta zona, situada frente a la costa occidental africana, busca situarse como un puente fiscal y tributariopara las empresas mexicanas relacionadas con el sector energético y de reparación naval, que buscan hacer negocios tanto en Europa como iniciar relaciones comerciales con África.
Las zonas libres europeas ofrecen actualmente tasas cero en aranceles e IVA y sólo un 4% en impuesto sobre la renta.
“África es una oportunidad por desarrollar, es la última frontera internacional que nadie ha atacado aún y Tenerife es una puerta viable para entrar”, dijo.
LA OTRA PUERTA
Otro punto logístico que también ha pugnado por restablecer la relación comercial con México ha sido la Zona Libre de Colón, en Panamá, ya que en los últimos años se ha reducido la presencia mexicana.
Fernando Cordero, Secretario General de esta zona, precisó a T21 que el año pasado las exportaciones mexicanas que pasaron por ahí sumaron un valor de 320 millones de dólares, mientras que en años anteriores esta cifra rebasaba los 500 millones.
“La Zona Libre de Colón y Panamá pueden ser una opción interesante para los exportadores de México que quieran llegar a países del Caribe, Centroamérica y Colombia”, dijo.
De acuerdo con el delegado, esta zona ha desarrollado infraestructura portuaria y logística para ofrecer servicios de valor agregado para la carga, esto es, algún tipo de manufacturas ligeras para la mercancía (como reetiquetados o ensambles).
“Puedes ser más eficiente en la cadena de suministro, traer mercancía de Asia a la zona libre y hacer alguna manufactura ligera; es el negocio del futuro”, dijo.
Ambos delegados estuvieron presentes en México en el Congreso de Alacat, un organismo que reúne a agentes de carga y operadores logísticos de América Latina.
