El panorama económico-financiero del país no es del todo favorable, las condiciones internas y externas lo han deteriorado y esto se refleja en las expectativas de crecimiento para este año, que en promedio ya se ubica por debajo de 2%, en 1.8% para ser precisos.
El más reciente episodio de incertidumbre financiera y económica acaba de entrar en pausa, es el asunto de los aranceles por parte de Estados Unidos a las exportaciones mexicanas hacia ese país, que iniciarían su vigencia indefinida a partir de este lunes 10 de junio y que fueron pospuestos al menos 45 días, de acuerdo con los reportes divulgados por el propio gobierno mexicano. Es claro que el asunto no terminará ahí.
De igual forma, la mayoría de los analistas consultados por el banco central y por este medio señalan que es posible esperar eventuales periodos de volatilidad cambiaria, al tiempo que las tasas de interés tienen presiones para subir en su versión de referencia, y por lo tanto también podrían subir en los mercados interbancarios y en los de menudeo (donde se otorgan los créditos para el grueso de la población y las empresas).
No obstante, la economía mexicana parece contar todavía con un bono entre los inversionistas globales, quienes mantienen su confianza en el país y señalan que los tiempos de turbulencia económica y financiera son hasta cierto punto normales en todas las economías del planeta.
Por si existiera alguna duda, ayer martes la economía nacional y el país en general recibió tres buenas noticias, justo un día después de que pasara la que sería una fecha fatal para la economía mexicana, que por el momento se ha detenido, pero no eliminado del todo. Estas noticias deben poner a pensar sobre la relevancia del país para los inversionistas globales.
Primera señal, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA)
“En economía existen factores y fundamentos que no cambian, por eso somos muy optimistas con México”, dijo ayer el presidente de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Eduardo Osuna, ya con el nombre de Bancomer depositado en los anales de la historia bancaria del país.
Por eso, la institución bancaria planea invertir en los próximos seis años la suma de 63 mil millones de pesos; en dólares dicho monto equivale a 3 mil 150 millones de dólares al tipo de cambio promedio de 20 pesos por cada billete verde.
Este monto es uno de los más altos que este banco de origen español haya invertido en cualquier otra parte del mundo; según sus directivos es la muestra contundente de la confianza que tienen en México, pero también del potencial económico del país, a pesar del bache por el que pasa y que la propia institución ha evaluado con expectativas de crecimiento del PIB inferiores al 2 por ciento para este año. Pero la confianza de largo plazo en la economía mexicana sigue y ya tiene una cifra contante y sonante en el caso de este banco.
Segunda señal: Arcelol-Mittal
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunió hace unas horas con Lakskhmi N. Mittal, que es dueño nada más y nada menos que de la acerera más grande del mundo, Arcelol-Mittal; dicho empresario es algo así como el zar global del acero. La reunión es lo de menos, lo relevante es que este importante empresario señaló en la misma que junto con su equipo analiza la posibilidad de invertir mil millones de dólares adicionales a las inversiones que ha realizado en los años recientes en México.
Este monto es adicional a una inversión que está en proceso en el puerto de Lázaro Cárdenas, en donde se han ejercido ya 600 millones de dólares que han generado 8000 empleos directos y hasta 50 mil indirectos.
Arcelor-Mittal tiene una larga tradición de inversión en el país, su presidente mundial señaló que tiene plena confianza en la economía mexicana. Si bien no hay un anuncio oficial ni cifras concretas, el solo hecho de pensar en invertir otros mil millones de dólares por parte de la acerera más importante del planeta y su dueño, es señal de que México está en el radar global de las inversiones. Los funcionarios mexicanos señalaron que será solo cuestión de tiempo para que se concrete dicha inversión.
Tercera señal: Royal Dutch Shell
Ayer también la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), informó que otorgó su aprobación para los planes en aguas profundas y ultraprofundas para cinco áreas operadas por Royal Dutch Shell, desde luego en aguas territoriales mexicanas.
Lo anterior se traduce en la obligación para la compañía holandesa de invertir al menos 397 millones de dólares en los próximos cuatro años, pero si las inversiones son exitosas y se reflejan en negocios rentables para la compañía y el estado mexicano, dichas inversiones podrían llegar a ser de hasta 1,300 millones de dólares, de acuerdo con las estimaciones del propio regulador del mercado petrolero mexicano.
Total: inversiones potenciales por hasta 5,450 mdd
Si los planes de inversión antes señalados se concretan, México recibiría nada más de estos tres casos un monto de hasta 5 mil 450 millones de dólares en lo que resta de la presenta administración y un poco más allá. En una cifra conservadora las inversiones podrían ser de “solamente” 4 mil 547 millones de dólares. Se trata de un monto muy importante, una cifra que no invierten los corporativos en cualquier país.
Podría decirse que solamente son inversiones “de saliva” por el momento ya que no hay anuncios oficiales ni papeles firmados; en el mundo de las altas finanzas corporativas no se hacen declaraciones porque sí, es muy difícil que un CEO o alguien con un nivel similar e incluso superior, salga a decir cualquier dato alegre. Más aún, los corporativos que anunciaron estas inversiones no son improvisados ni tienen dos meses en los mercados globales, son verdaderos “tiburones” que llevan incluso en algunos casos más de un siglo operando en sus respectivos mercados, por algo lo dicen. México parece tener futuro, a pesar de las turbulencias por las que atraviesa en este momento y que, todo indica, no pasarán pronto.