México tiene un tesoro escondido: el mezcal, un producto que además de que ha seguido la ruta artesanal como si la revolución industrial nunca hubiera pasado, ha sido una bebida considerada de poca calidad, sin embargo, su venta ha comenzado a tomar prestigio no sólo en México sino en el mundo.
Tres empresas de exportación de mezcal artesanal, Pierde Almas, Los Danzantes y Del Maguey, registraron incrementos de ventas de 100% en 2010 y todos esperan repetir la hazaña en 2011.
A escala industrial, Isaías Cruz, jefe de verificación del Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (Comercam), que se encarga de vigilar el cumplimiento de las normas oficiales, anota un incremento de ventas anuales de 20% en el mercado estadounidense en los últimos dos años.
Las estadísticas sobre el mezcal a escala nacional son poco claras porque una parte importante del mercado todavía se encuentra en la informalidad, entre el productor y el consumidor.
“Actualmente, un promedio de 10 empresas oaxaqueñas exportan mezcal de manera directa, cuyo volumen de ventas durante 2010 fue cerca de 2 millones de dólares (mdd), mientras que en 2009 fue de 1.5 mdd”, comenta Thalía Friligos, directora de Promoción de Oaxaca de ProMéxico.
A escala nacional, la figura de las mezcalerías, locales dedicados a la venta de la bebida, cobra auge en la Ciudad de México, donde expertos estiman que abrieron al menos 15 mezcalerías prominentes en los últimos siete años.
El fenómeno ha llegado a Guadalajara, Monterrey, Oaxaca y Playa del Carmen.
En Los Ángeles ya se abrió una mezcalería, Las Perlas, y también un restaurante en Nueva York dedicado a la cultura del maguey que se llama Mayahuel.
Hay variedades que se están vendiendo a 120 dólares por botella en las tiendas de EU, especialmente de escasas especies de magueyes silvestres.
Y en el mercado informal hay reportes de restaurantes gourmet que pagan 1,000 pesos por litro de mezcales de gran calidad, los cuales ni siquiera tienen certificación oficial.
Ron Cooper es el primer importador de mezcales finos a Estados Unidos con su empresa Del Maguey. Ha forjado alianzas fuertes con chefs y escuelas gourmet en el país vecino y recién introdujo la bebida a las grandes ligas de distribución alcohólica estadounidense pues firmó con la empresa de distribución de alcoholes premium Gemini Sazerac