El gobierno federal y senadores aceptaron la importación de suplementos alimenticios con menos de 1% de tetrahidrocannabinol (THC), componente de la mariguana, luego de que el movimiento pro cannabis presionara para ello.
Al Senado llegó Raúl Elizalde, padre de la menor Grace, conocida por su terapia para disminuir los espasmos del síndrome de Lennox-Gastaut; también acudió el exdiputado Fernando Belaunzarán para solicitar la importación de dichos suplementos alimenticios.
Argumentaron que en México estos productos son considerados medicamentos, pero en Estados Unidos y Europa son suplementos alimenticios, por lo que pidieron hacer la diferencia entre mariguana y cáñamo. Los suplementos alimenticios son a base de cáñamo; es decir, tienen menos de 1% de THC.
Los senadores encabezados por el presidente de la Comisión de Salud, Salvador López Brito, tuvieron que llamarle a representantes de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para que los orientara, pues había escepticismo.
La Cofepris, en primera instancia, se negó al afirmar que los suplementos alimenticios no deben contener en sus ingredientes sustancias farmacológicas reconocidas.
Ante el argumento, Raúl Elizalde dijo que si se iba a hacer una legislación “sólo para los ricos”, para gente que pueda pagar los costos de la importación de medicamentos, entonces que mejor las cosas se queden como están. Como alternativa, los legisladores pidieron la intervención del secretario de Salud, José Narro.
Narro no llegó pero mandó una carta. Tras eso se avaló la importación de los productos alimenticios y no considerar a éstos como medicamentos. El cáñamo se pondrá en el dictamen como una sustancia con amplios usos terapéuticos y que constituyen un problema menor para la salud pública, como lo es la cafeína.
Este miércoles se espera la reunión de las comisiones dictaminadoras para sacar adelante la reforma que permite el uso médico y terapéutico de la mariguana.
