La Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó al antídoto contra el veneno de alacrán Anascorp, de origen mexicano, para su venta en ese país. El licenciamiento representa el primer medicamento de origen totalmente mexicano, e incluso latinoamericano, que obtiene el permiso de la máxima autoridad sanitaria de EU.
El medicamento, desarrollado por el Instituto Bioclon en colaboración con el Instituto de Biotecnología de la UNAM, logra en menos de dos horas la recuperación total de los pacientes sin efectos secundarios, ya que representa la tercera generación de antivenenos denominados faboterápicos.
“Los faboterápicos representan toda una plataforma tecnológica en la que se lleva a una altísima pureza y con un enorme potencial de acción a los anticuerpos que neutralizarán al veneno del alacrán”, dijo en entrevista el investigador Alejandro Alagón.
Además puede ser utilizado tanto por niños como adultos o mujeres embarazadas, pues dada la pureza con la que cuenta, el anticuerpo extraído de la sangre de caballo, que naturalmente lo genera, no provoca ninguna reacción.
El Anascorp es una versión mejorada del Alacramyn, medicamento que se utiliza en México desde 1996, informó en conferencia de prensa Juan López, representante de la farmacéutica que forma parte del grupo Silenes.
La autorización de la FDA se logró después de 12 años de ingresar la primera solicitud para comprobar la eficacia y seguridad del medicamento. Para ello se contó con la colaboración de la doctora Leslie Boyer del Instituto VIPER de la Universidad de Arizona.
Boyer visitó los hospitales de la Cruz Roja en León, Guanajuato y al conocer el antiveneno mexicano impulsó su aprobación por las autoridades sanitarias de EU para utilizarlos en ese país.
De acuerdo con el doctor Alagón, México registra 250 mil picaduras de alacrán registradas al año, mientras que en Estados Unidos se presentan entre siete y ocho mil, sobre todo en Arizona.
“Leslie Boyer logró convencer a otros médicos para que utilizaran el antiveneno y lograr así las pruebas en mil 550 pacientes, que comprobaron la seguridad y eficacia del producto”, dijo Alagón.
El Instituto Biocom planea la construcción de una planta en Toluca para satisfacer la demanda del mercado estadounidense. En México su principal comprador es el sistema sanitario, aunque su precio comercial de cada unidad es de mil pesos.
