Legisladores afirmaron que, al no existir condiciones efectivas de competencia en el mercado de las gasolinas y el diésel, la liberalización de precios a partir de 2017 podría significar un crecimiento descontrolado de precios, que afectará sobre todo a empresas y ciudadanía de estados del norte del país.
Asentaron que la modificación apresurada de la Ley de Hidrocarburos para adelantar la liberalización del mercado, prevista para 2018, eliminó la obligación de la Cofece de que previo a operar con la libre oferta en las diferentes regiones geográficas, emitiera una declaración de condiciones efectivas de competencia y no solamente una opinión, como quedó establecido.
“Por esa modificación a la ley, quedará al libre albedrío de los expendedores sumar al precio final de los combustibles los costos asociados a la comercialización, como son transportación, almacenamiento, logística e importación, que hasta el momento no se incluyen y que al ser aplicados impactarán drásticamente en el incremento de precios”, subrayó el senador perredista Mario Delgado.
Precisó que el primer impacto con alzas de entre 10% y 15% y que podría alcanzar un 20%, de acuerdo al comportamiento de los precios internacionales del petróleo, lo resentirán los estados de la frontera norte, incluyendo Nuevo León, donde empezará la liberalización, mientras que para el resto del país se establecerá un esquema de precios máximos conforme a la metodología que la Secretaría de Hacienda dará a conocer en los próximos días.
Ivanova Pool, secretaria de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, enfatizó que las alzas en los precios de los combustibles lesionará gravemente la economía de las familias y la competitividad de las empresas, por lo que es urgente que el gobierno federal establezca mecanismos para que la liberalización anticipada se traduzca realmente en beneficios tangibles a la población y se eviten prácticas monopólicas.
Con análisis del Centro de Estudios Económicos y Presupuestarios, los parlamentarios estimaron que enero el litro de gasolina magna pasará de $13.98 pesos a $15.33, la premium de $14.81 a $16.65, en tanto que el diésel aumentará de $14.63 a $16.09 pesos, con tendencia al alza debido a que aun con la liberalización de precios, el gobierno federal mantendrá una pesada carga fiscal de 40% por litro, que contrasta con el 20% que se aplica en otros mercados con libre determinación de precios.
