Crecerá México 1.7% en 2017 y 2.0 % en 2018, señaló hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus Perspectivas de la Economía Mundial (WEO).
El FMI mencionó que su pronóstico está basado en el supuesto de cambios en el espectro de políticas adoptadas por el nuevo gobierno estadunidense, con los consiguientes efectos de contagio a escala internacional. “Las perspectivas de crecimiento a corto plazo de China han sido revisadas al alza gracias al estímulo proyectado de la política económica, y a la baja en una serie de otras economías grandes, entre las que se destacan India, Brasil y México”, indicó.
El FMI acotó que México creció 2.6 por ciento en 2015 y 2.2 por ciento en 2016. Por comparación, Brasil decreció en 2015 (-3.8 por ciento) y en 2016 (-3.5 por ciento). Para los siguientes dos años, el FMI pronostica un crecimiento de 0.3 por ciento en 2017 y de 1.5 por ciento en 2018.
El reporte hizo notar que “las monedas de varios mercados emergentes se depreciaron sustancialmente en los últimos meses —sobre todo la lira turca y el peso mexicano—, en tanto que las monedas de varios exportadores de materias primas —sobre todo Rusia— se apreciaron”. “Los datos preliminares apuntan a elevadas salidas de inversiones de cartera de no residentes de mercados emergentes tras las elecciones estadunidenses, luego de meses de abundantes entradas”, señaló.
Para el caso de Estados Unidos, el reporte del FMI prevé cierto estimulo fiscal a corto plazo y una normalización menos gradual de la política monetaria. La proyección asume el empinamiento de la curva de rendimientos en Estados Unidos, el alza de los precios de las acciones y la sustancial apreciación del dólar de Estados Unidos observada desde las elecciones del 8 de noviembre.
El pronóstico incorpora además un afianzamiento de los precios del petróleo tras el acuerdo al que llegaron los miembros de la OPEP y otros grandes productores para limitar la oferta. Aunque los riesgos parecen inclinarse a la baja, se observan también riesgos al alza para el crecimiento a corto plazo.
“Específicamente, la actividad mundial podría acelerarse con más fuerza si la política de estímulo fuera más contundente de lo previsto actualmente en Estados Unidos o en China”, añadió. Entre los riesgos negativos para la actividad, el FMI destacó un posible vuelco hacia plataformas de políticas aislacionistas y el proteccionismo. Asimismo, advirtió la posibilidad de un deterioro de las condiciones financieras mundiales que podría afectar la zona del euro y algunas economías de mercados emergentes, un recrudecimiento de las tensiones geopolíticas, y una desaceleración más aguda en China.
