PEKÍN (Reuters) – Los embarques rusos subieron casi en 25 por ciento respecto al 2015, a cerca de 1,05 millones de barriles por día (bpd), según los datos, mientras que Arabia Saudita se situó en segundo lugar con 1,02 millones de bpd, un alza de 0,9 por ciento en 2016 frente al año anterior.
China es el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo y el importador de más rápido crecimiento.
Aunque Arabia Saudita cuenta con las petroleras estatales chinas entre sus principales clientes por sus contratos de suministro de largo plazo, las refinerías independientes -apodadas “teteras” por su reducida capacidad- vieron a Rusia como un proveedor más flexible.
En el caso de las refinerías independientes, autorizadas para importar crudo por primera vez desde fines del 2015, los embarques desde puertos del este de Rusia resultan más fáciles de procesar, al arribar en cargueros más pequeños desde sectores menos distantes.
En diciembre, Rusia también fue el mayor proveedor a China, ya que sus suministros subieron en 4,8 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. En tanto, las ventas de Arabia Saudita a plantas chinas bajaron casi un 20 por ciento, según los datos de la administración general de aduanas de la nación asiática.
El año pasado, China también aumentó sus importaciones de petróleo desde naciones productoras de Sudamérica. Las compras a Brasil aumentaron en 37,6 por ciento mientras que las de Venezuela treparon un 26 por ciento, indicaron los datos.