La caída del dólar en los mercados internacionales no fue suficiente para que los precios del petróleo mantuvieran las ganancias intradía, pesando en el mercado el alza en las cifras de los inventarios de crudo en Estados Unidos que acrecentaba el temor a que una mayor producción de esquisto este año reducirá el impacto de los recortes de producción acordados por la OPEP y otros grandes exportadores.
El barril de crudo referencial Brent de Londres cayó 0.64 por ciento, a 55.08 dólares en el Intercontinental Petroleum Exchange (ICE). El contrato llegó a tocar un máximo intradía de 55.45 dólares.
Por su parte, el contrato del crudo WTI para entrega en marzo en Estados Unidos subió 0.80 por ciento, hasta los 52.75 dólares.
El índice dólar, que mide el comportamiento del billete verde, se cotiza en baja de 0.31 por ciento.
La gubernamental Administración de Información de Energía (AIE) de Estados Unidos informó este miércoles que las reservas de petróleo de Estados Unidos subieron la semana pasada 2.8 millones de barriles y se situaron en 488.3 millones.
Las existencias de crudo se encuentran cerca del límite máximo de la media para esta época del año, según las cifras oficiales.
Las importaciones diarias de crudo alcanzaron en la semana que terminó el 20 de enero una media de 7.8 millones de barriles al día, un descenso de 568 mil barriles respecto de la semana precedente.
La media de las últimas cuatro semanas en las importaciones de crudo se ubicó en 7. millones de barriles diarios, 1.8 por ciento por encima del mismo periodo el pasado año.
Las reservas de gasolina para automoción subieron 6.8 millones de barriles, hasta 253.2 millones, y siguen en la banda más alta de la media histórica.
Por otro lado, las reservas de combustibles destilados, como el diésel y gasóleo de calefacción, decrecieron en 100 mil barriles, hasta 169.1 millones de barriles.
Las refinerías operaron a 88.3 por ciento de su capacidad instalada, por debajo de 90.7 por ciento de la semana anterior.
El total de existencias de crudo y productos refinados en Estados Unidos, incluida la Reserva Estratégica que permaneció estable en 695.1 millones de barriles, aumentó 8.9 millones hasta dos mil 037.3 millones de barriles.
