El grupo japonés Nippon Yusen Kabushiki Kaisha cosechó en los seis primeros meses de su ejercicio fiscal, que comprende de abril a septiembre, pérdidas netas de 150 millones de dólares, frente a las ganancias de 567 millones de dólares generados en el mismo periodo del año anterior. La naviera espera aumentar sus ingresos hasta los 23.297 millones de dólares hasta marzo de 2012
En la primera mitad de 2011, la compañía registró unos ingresos de 11.355 millones de dólares, que supusieron un descenso interanual del 9,8%, mientras que el resultado operativo del grupo se situó en 120 millones de dólares en números rojos. En el mismo periodo del ejercicio anterior, ese parámetro registró 1.102 millones de dólares en beneficios.
Desde el grupo, indicaron que las condiciones económicas del transporte marítimo de mercancías durante esos seis meses se volvieron “cada vez más severas” conforme se estancaba la economía estadounidense, Europa “seguía batallando con sus problemas fiscales” y China mantenía su estricta política crediticia.
“Pese a que el volumen de tráfico contenedorizado creció durante ese periodo con respecto a los mismos meses del año anterior, las tarifas fueron por lo general más bajas, como consecuencia del deterioro experimentado por el equilibrio entre oferta y demanda por la puesta en servicio de nuevos buques de gran tamaño”, manifestó la compañía. Según NYK, el ámbito de los graneles líquidos también adoleció de ese desequilibrio mientras que, en el caso de los graneles sólidos, pese a que se recuperaron los volúmenes de transporte, el repunte del tráfico no se vio reflejado en los resultados financieros.
Pronóstico
“En general, las operaciones marítimas generaron una pérdida superior a la esperada durante ese periodo. Las actividades no marítimas, como las operaciones portuarias, el transporte aéreo, la logística y los negocios inmobiliarios mantuvieron su rentabilidad durante ese periodo”, indicó el grupo.
Para el conjunto de su año fiscal, que abarca del 1 de abril de 2011 al 31 de marzo de 2012, el grupo japonés espera generar unos ingresos de 23.297,5 millones de dólares y registrar unas pérdidas netas de 230,4 millones de dólares y unas pérdidas operativas de 134,4 millones de dólares.
