El director de la Administración Portuaria Integral (API) en Acapulco, Octavio González Flores, señaló que 2012 se ha convertido en el peor año de arribos de cruceros al puerto. El directivo atribuyó el hecho a la imagen de inseguridad y el incremento en el costo de los combustibles.
Confió en que los esfuerzos gubernamentales por recuperar el mercado de embarcaciones de recreo puedan palparse en el mediano plazo, lo que podría prolongarse hasta 2013 ó 2014.
Recordó que durante 2011 arribaron 120 embarcaciones de recreo a Acapulco, mientras que para el presente año están programadas únicamente 14, y el mismo panorama se tiene previsto para 2013.
González Flores advirtió que la baja llegada de cruceros representa una disminución de 250 a 10 mil pasajeros que viajaban a Acapulco vía marítima, con lo que se pierden alrededor de 15 millones de dólares en derrama económica, sin mencionar los gastos efectuados por la tripulación, estimados aproximadamente en la misma cantidad.
Detalló que al menos siete empresas navieras han cancelado sus operaciones en Acapulco, por una cadena de eventos ocurridos desde el primer trimestre de 2011, cuando muchas compañías dejaron a un lado sus viajes por el Océano Pacífico, por cuestiones de demanda, costos de combustible, por satisfacción del cliente y el surgimiento de nuevos destinos.
Enfatizó que la inseguridad es uno de los factores fundamentales, el cual se venía arrastrando desde 2009, hasta llegar al segundo semestre de 2011, donde se vivió “un punto crítico”, lo cual detonó en cancelaciones desde junio del año pasado.
El director de la API puntualizó que las compañías internacionales de cruceros esperan que las mejoras y condiciones de seguridad sean estables y puedan ser sostenidas por un año, antes de reprogramar nuevos arribos en sus programas de viaje y promociones.
Consideró que los esfuerzos en materia de seguridad realizados por el gobierno estatal, así como proyectos de infraestructura, representan una esperanza de que la situación mejore en un mediano plazo.
Expresó que “hay proyectos de iluminación, remodelación, colocación de cámaras, mayor seguridad, capacitación de policías”.
Agregó que la postura de las empresas navieras es esperar a ver cómo impactan los cambios aplicados por los gobiernos locales, que las condiciones de seguridad sean estables y que las soluciones no sean ocasionales.
Puntualizó que “las compañías de cruceros requieren de uno o hasta dos años para reprogramar destinos e itinerarios, sobre todo por el esfuerzo de venta, hay que hacer catálogos, hablar con agentes de viaje y empezar las ventas con un año de anticipación”.
Hasta el momento han arribado cinco de 14 cruceros programados para este año.
En busca de recuperar el mercado, la Secretaría de Fomento Turístico estatal, en conjunto con la Secretaría de Turismo federal y gobiernos estatales del Pacífico Mexicano, ha iniciado un proyecto de rescate y renovación integral de terminales marítimas e infraestructura, para competir frente a otros destinos.
