En 2018, México está importando más autopartes, especialmente provenientes de Alemania y China, para atender a las automotrices que están operando en el País, según datos de Banco de México y la Secretaría de Economía (SE).
En el periodo entre enero y mayo, se trajeron desde el exterior 11 mil 297 millones de dólares de partes para automóviles, lo cual fue un crecimiento de 13 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, según Banxico.
Si se considera por proveedor, con datos de enero a abril de la SE, después de Estados Unidos, que es proveedor del 54 por ciento del total, aparecen Alemania, con 10.8 por ciento del mercado, y China con 7.9 por ciento del total. Estos países han rebasado a Japón y Canadá, que tradicionalmente habían sido fuertes proveedores para la industria automotriz.
En 2016, en el periodo mencionado, Alemania vendió apenas 277 millones de dólares mientras que para este 2018 creció hasta 954 millones de dólares. Mientras, China pasó de 527 millones hace dos años a 703 millones en el actual.
Si bien la producción en el País ha caído en 8.9 por ciento, si se considera el mismo periodo de los primeros cinco meses del año, los planes de armadoras europeas han modificado el esquema de proveeduría.
Esto por el crecimiento de la planta que Volkswagen tiene en Puebla, que produce para todo el mundo la camioneta Tiguan, así como el inicio de operaciones de Audi en el mismo estado, y el desarrollo de proveeduría e inventarios que requiere BMW, que está dando los toques finales a su planta de San Luis Potosí.
“En el caso concreto de Alemania hay una fuerte apuesta, una fuerte inversión porque mucha de la proveeduría que se está haciendo para las nuevas terminales ha llegado.
“De China, ese país está creciendo en el sector automotor y son muy buenos para imitar tecnologías y reproducir a gran escala, aunque sean de menor calidad pero sí a muy buen costo”, explicó Manuel Díaz, presidente de Seiko Logistics, compañía especializada en comercio exterior y que se encarga de la logística para varias armadoras.
Esta tendencia continuará por algunos años, puesto que la manera en la que opera la industria automotriz es que planea los contratos por lo menos 24 meses previos y genera órdenes de compra que duran por lo menos cinco años, que es el tiempo que dura un modelo en producción antes que se modifique.
En cuestiones de autopartes, aunque sí hay un seguimiento de los proveedores respecto a calidad, seguridad y precio, que incluye el traslado, la sustitución de un producto por otro no es tan fácil ni tan inmediata.
