Innovación mexicana vuela en aviones Boeing y Airbus

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El avión comercial más grande del mundo es el Airbus A380, capaz de transportar a 850 pasajeros 15 mil kilómetros y en sus nuevas unidades lleva una pieza de titanio, hecha en Querétaro, México, como parte de su tren de aterrizaje.

Otro de los aviones más admirados en el mundo es el Boeing 767. Compañías de 71 países han hecho encargos a su fabricante y en sus nuevas unidades también llevará la pieza llamada bearing carrier para tren de aterrizaje, manufacturada por la compañía queretana Especialistas en Turbopartes.

Participar en estos dos programas de construcción de aviones es el resultado de un proceso de innovación que Especialistas en Turbopartes inició en 2008, asesorados por la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), a través de su programa TechBA.

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Fundada en 1991 como empresa de manufactura avanzada de rotores y compresores centrífugos, esta compañía comenzó en 2008 una expansión hacia el campo de la aeronáutica, después de un análisis de capacidades dirigido por TechBA.

Jatziri Barrios Porras, jefa de la División Aeronáutica en Especialistas en Turbopartes explicó que para la incursión en aeronáutica debieron construir una nueva célula de manufactura de 250 metros cuadrados, contratar una plantilla de seis ingenieros y técnicos especializados en el tema; invertir en maquinaria y obtener la certificación en AS9100. El retorno, a mediano plazo, será el crecimiento de 35 por ciento en el volumen de negocios de toda la compañía.

Antes de volar

Para volar con Airbus y con Boeing, Especialistas en Turbopartes tuvo que demostrar que podía manufacturar piezas con un metal que es tan duro como el acero pero más ligero: el titanio.

“El titanio es un material muy difícil de maquinar porque tiene muchos esfuerzos concentrados y tiende a generar una deformación en los diámetros de la forja. Aquí hemos logrado controlar la deformación hasta una milésima de pulgada al diámetro. Cuando empezamos a trabajar el titanio presentábamos deformaciones de hasta 15 o 20 milésimas de pulgada en el diámetro. Ahora ya tenemos un control de una milésima”, indicó Jatziri Barrios, ingeniera mecánica administradora, egresada del ITESM-Campus Querétaro.

Pero el obtener pruebas exitosas del corte y manufactura de los materiales no era lo único que debían hacer para entrar a un mercado altamente especializado, en el que además nadie los conocía.

Con el apoyo de FUMEC, a través del programa TechBA-Montreal, identificaron las acciones de mercadotecnia que tenían que manejar. Posteriormente trabajaron con un organismo que asesora sobre requerimientos y normativas aeronáuticas, llamado Goldon Product Development First y sometieron sus procesos y productos a inspecciones con el Centro de Tecnología Avanzada (CIATEQ), en Querétaro.

“Después de ahí trabajamos con TechBA y con la Secreataría de Desarrollo Sustentable del gobierno de Querétaro en una fuerte campaña de promoción. Tuvimos presencia en ferias de aeronáutica en Montreal, París y Guadalajara. Ahí tuvimos el acercamiento con nuestro cliente que es Goodrich Landing Gear, que hoy en día es UTAS Systems y nos hicieron pruebas hasta que el cliente estableció que sí cubrimos el perfil que ellos buscan para maquinados de bearing carriers para diferentes programas”, detalló Jatziri Barrios.

Los primeros contactos con UTAS abrieron la puerta para que actualmente estén inmersos en un proceso de expansión que involucra a toda la industria aeronáutica, la cual se puede acelerar con la demanda de apertura de nuevas rutas comerciales en economías emergentes (América Latina y Asia).

“La oportunidad de  crecimiento de la industria aeronáutica en México es impresionante. Nada más en Airbus A380, el 80 por ciento de la producción del tren de aterrizaje se va a realizar aquí  en México. Y se estima que la entrega de aviones de 2009 a 2029 solo en América Latina va a tener un crecimiento de 23 por ciento.