El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dará continuidad a políticas de comercio internacional, afirmó Jesús Seade, su jefe de la negociación del TLCAN.
“Hay diferencias profundas en política económica, en todo tipo de aspectos entre lo que queremos hacer y lo que se ha hecho, pero el comercio no pasa por allá”, dijo en una entrevista televisiva.
“El comercio básicamente es otra cosa; entonces, era una posición clara de continuidad, acuerdo, apoyo, en general, no los detalles”, añadió.
Su comentario se produjo en respuesta a una pregunta que se le hizo en el sentido de cuál fue la respuesta de AMLO cuando Seade le comunicó que México y Estados Unidos habían llegado a un acuerdo en principio sobre la renegociación de ese pacto comercial.
“Él (AMLO), como cabeza del movimiento y el movimiento mismo, apoyaba el proceso (de negociación) del TLCAN”, dijo.
Seade comentó que si bien AMLO tienen discrepancias en algunos puntos del TLCAN 2.0, en general prefiere aprobarlo tal como fue renegociado, si la otra opción es no contar con ese tratado.
Las negociaciones se reactivaron el 26 de julio, tras las elecciones de México y con el triunfo de López Obrador para la Presidencia de México.
Ahora Canadá tiene como límite el 30 de septiembre para llegar a un acuerdo con Estados Unidos, y al mismo tiempo definir temas trilaterales pendientes en la renegociación del TLCAN.
Seade expuso también que México logró que su Constitución política quedara por encima del TLCAN.
“Nuestro interés fundamental era asegurarnos de que el acuerdo en el Tratado quedara claramente establecida la soberanía de la nación sobre el recurso (energético), la supremacía de la Constitución y el derecho de México de cambiar la Constitución”, dijo Seade, en una entrevista televisiva.
“En ese contexto, encontramos una forma ingeniosa y totalmente satisfactoria de todas las partes, para extender entre todos los participantes, los tres países, un concepto de equidad, que cada país recibiría de cualquier otro país el tratamiento en el sector que este país le extendiera a otros países en otros tratados”, abundó.
El TLCAN vigente contiene la denominada cláusula ratchet (cremallera) de irreversibilidad: si un país procede unilateralmente a una apertura, esa apertura se consolidaba inmediatamente. Esto llevaba a una liberalización constante, con consolidaciones continuas en diversos sectores.
Según el sistema de irreversibilidad ratchet, toda medida nueva adoptada en cualquier nivel y que sea más restrictiva, estará prohibida por el TLCAN y puede someterse al mecanismo de solución de controversias.
Dado que el sector mexicano de energía no fue regulado en el TLCAN original, la empresa estadounidense Sempra Energy pidió incluir la cláusula ratchet a la reforma energética de México como parte de la actualización de ese acuerdo comercial.
“El tema energético tiene la más alta prioridad para el movimiento que dirige el presidente electo”, dijo Seade.