En México, el desarrollo de proyectos ferroviarios tiene un rezago de al menos 20 años, mientras que otros países del mundo apostaron por este tipo de movilidad para conectar sus principales ciudades y potenciar su crecimiento económico.
Sandra Álamo, Business Developer Manager de TÜV Rheinland, asegura que ya era necesario que un gobierno se enfocara en impulsar el sistema ferroviario en el país, aunque también advirtió sobre varios factores que representarán un reto a la construcción del proyecto bandera del próximo sexenio: el Tren Maya.
Fue en 1995 cuando el entonces presidente Ernesto Zedillo anunció la privatización de Ferrocarriles Nacionales de México, con lo que el gobierno mexicano dejó de apostar al tren como sistema de transporte y hoy en día sólo sobreviven algunos, mientras que otras rutas son usadas exclusivamente para carga.
Es por eso que la industria ferroviaria ve con buenos ojos que el presidente electro Andrés Manuel López Obrador haya propuesto como una de sus principales propuestas de campaña construir un tren que conecte a las zona más importante de la Riviera Maya.
El tren contaría con mil 500 metros y su ruta comenzaría en Palenque, luego en Escárcega se dividirá en dos, y finalizará en Cancún, Quintana Roo.