La decisión de la OMC fue calificada por Washington como “una importante victoria para los granjeros de Estados Unidos, según un comunicado emitido por la oficina del Representante de Comercio (USTR).
La comisión consideró que las tarifas chinas sobre el pollo estadounidense “anularon o afectaron los beneficios a los que Estados Unidos tenía derecho” en el marco de los acuerdos comerciales internacionales.
El contencioso concierne a los pollos de menos de 13 semanas.
China impuso las tarifas en agosto de 2010, alegando que los pollos estadounidenses eran subvencionados en Estados Unidos y que era luego vendidos a menor precio que en el mercado chino.
Estados Unidos perdió “ventas significativas luego de que se impusieran esos derechos de aduana”, agrega el comunicado del USTR.
