“Suelos bien reblandecidos y fertilizados con la materia orgánica que proporciona el estiércol de las unidades avícolas próximas a las áreas de cultivos, no sólo permitieron una eficiente germinación de la semilla, sino que tras el laboreo que exige la atención cultural, y aun cuando las lluvias no fueron suficientes, el desarrollo vegetativo indica una cosecha de resultados favorables”, afirma Guillermo Pérez Morales, integrante de la Junta Directiva de esa cooperativa agropecuaria.
En la campaña de siembra de primavera en esa entidad campesina fueron sembradas 183 hectáreas de ese grano con el compromiso contratado de acopiar 180 toneladas destinadas a la fábrica de pienso de Holguín, en respuesta a que una parte de las materias primas que demanda la industria de alimento animal bien puede producirse en el país a costos menores que los del mercado exterior.
A la laboriosidad y el compromiso de contribuir a la sustitución de importaciones se une la disponibilidad de implementos y maquinarias que humanizan el laboreo y aumentan la productividad en la siembra, cultivo y cosecha del cereal como parte de un proyecto que auspicia el Ministerio de la Agricultura en interés del incremento de la producción de granos.
Maikel Fernández Alfaro es uno de los integrantes de la cooperativa José Martí que hoy se muestra optimista: “Dispuse de mis dos hectáreas para el cultivo del maíz donde aspiro a cumplir con las dos toneladas contratadas con la cooperativa y un excedente que me permitirá la cría de cerdos y aves que sustentan la alimentación y la economía familiar”.
Entre los más de un centenar de asociados a la cooperativa e integrados al organismo de base de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, prima el entusiasmo en espera del éxito productivo y de su modesta contribución a la economía del país.
