El director del Autotransporte de Carga de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), Miguel Elizalde, reconoció que a pesar de las diferentes medidas que se han venido adoptado para reducir el índice de accidentes en la red federal de carreteras, se siguen presentando casi 30 mil percances anualmente, de los cuales 17% “están relacionados con el autotransporte de carga”.
El problema radica, añadió durante la inauguración del XII Foro Nacional del Transporte de Mercancías, es que casi cuatro de cada 10 camiones o tráilers involucrados en accidentes, “son vehículos con mas de 10 años de antigüedad”.
Dijo que si bien la estrategia de reforzar los mecanismos de modernización de la infraestructura carretera —al cierre del 2011, se habrán construido y modernizado 21 mil kilómetros en esta administración— la seguridad vial sigue siendo una preocupación de las autoridades, de los empresarios del sector del transporte y de los usuarios de carreteras.
Este problema, añadió, es un asunto de seguridad publica internacional, pues cada año 1.3 millones de personas fallecen en carreteras de todo el orbe, equivalente a 3 mil defunciones diarias, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Adelantó que antes de que concluya el segundo semestre del año, las 700 mil unidades que conforman el autotransporte, publico y privado, deberá estar verificado, es decir, haber recibido el certificado de verificación de las condiciones físico-mecánicas para seguir circulando por las carreteras federales.
Leonardo Gómez, director general de la ANTP comentó que casi 150 mil unidades no recibirán la certificación, pues sus condiciones físico-mecánicas y su antigüedad (algunas hasta con 30 años circulando) les representa un problema.
De hecho, explico que si estas unidades quedan fuera de circulación “es probable que el país enfrente un riego de desabasto de diversas mercancías, el cual podría alcanzar entre 45 y 50%”.
Hemos insistido en las ultimas semanas, añadió, en incrementar la fuente de estudios técnicos sobre seguridad vial, infraestructura carretera y mejoras en los programas de capacitación de los operadores, para estar convencidos de que nos encontramos con un rumbo fijo y evitar así, las cortinas de humo que nublan la visión e inhiben los compromisos reales”.
Criticó la medida adoptada por la SCT de reducir 4.5 toneladas el peso de los fulls o doble remolque, toda vez que “continúan presentándose accidentes carreteros en los que observamos vehículos de todo tipo de configuración en pésimas condiciones mecánicas y físicas, y que era operados de forma imprudente o sin la capacitación adecuada”.
Dijo que las asociaciones de transportistas que ayer acusaban el peso de cargado los vehículos como una causa fundamental de la accidentes carreteros, hoy nos dicen que no tiene capacidad para cumplir las evaluaciones de sus unidades y que requieren de plazos dilatorios para la aplicación de las normas vigentes.