El convenio, suscrito en Bruselas y pendiente de su ratificación por los Parlamentos del bloque, protege las cadenas productivas y permitirá que el 99,7 por ciento de los productos exportables ecuatorianos entren al mercado europeo con cero aranceles.
Según explicó el vicepresidente, Jorge Glas, líder de la delegación que participó en la ceremonia el 11 de noviembre, el instrumento legal es muy equilibrado y asegura el futuro de la nación.
El acuerdo se alcanzó en 2014, pero tenía problemas con uno de los rubros, el mercado, por esa razón continuaron las negociaciones hasta obtener las condiciones necesarias para garantizar un arreglo justo.
Las previsiones de las partes indican que a partir del 1 de enero de 2017 los 28 territorios agrupados en la UE comenzarán a recibir productos procedentes de Ecuador, que planean establecerse en ese mercado.
Actualmente las exportaciones nacionales hacia el llamado Viejo Continente rondan los dos mil 700 millones de dólares, pero a partir del mecanismo legal, las previsiones apuntan hacia un aumento de 1,6 por ciento hasta 2020.
En declaraciones a los medios, el vicepresidente reiteró en varias ocasiones que sin el Acuerdo, la pérdida de preferencias arancelarias, a finales de este año, hubiera significado un incremento en los pagos de impuestos de 400 millones de dólares.
El ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli, detalló la relevancia de lo que denomina: ‘el efecto inmediato positivo y diferenciador’ de la entrada en vigor del pacto.
Por ejemplo, actualmente, con las preferencias arancelarias, por la exportación de camarón se paga un arancel de 3,6 por ciento, que aumentaría a 12 por ciento al finalizar las prerrogativas. Sin embargo con el Acuerdo el desgravamen es total.
Otros dos casos que quedan exentos de pago son el de los confites, cuya tarifa con preferencias es de 10 por ciento y subiría al 14 a partir del próximo año, así como el atún, con cero impuestos en la actualidad, beneficio que desaparecería en enero venidero para establecer un 24 por ciento de pago.
De manera similar se comportarían muchos otros productos locales al término de 2016, cuando se debe vencer el régimen de preferencias, si no comenzara a operar el pacto recién suscrito.
Al mismo tiempo, otro punto beneficioso es la generación de 40 mil puestos de trabajo directos y cerca de 600 mil plazas indirectas.
Es válido además resaltar que el texto comercial, según explicaciones de las autoridades nacionales, dista mucho de ser un Tratado de Libre Comercio, como quieren hacer ver, mediante rumores, quienes se oponen a la adhesión de Ecuador al Acuerdo Comercial Mutipartes.
Preparado y estudiado con suficiente tiempo para garantizar los derechos de los productores locales, el documento no contiene ningún capítulo en el cual quede comprometida la soberanía del país.
‘Ecuador ha alcanzado una negociación muy favorable para ambas partes, que representa oportunidades para todos, además de defender al productor ecuatoriano y promover las exportaciones’, enfatizó el vicepresidente.
Los mismos argumentos los dio el Jefe de Estado, luego de felicitar a Glas y al ministro de Comercio Exterior, junto al equipo que los acompañó durante todo el camino y las negociaciones.
Para Europa, el saldo también será positivo y así lo destacó la embajadora de la UE en Quito, Marianne Van Steen, quien describió el Acuerdo como un momento histórico en las relaciones bilaterales.
A su juicio, el intercambio será más equitativo y entre socios, iguales. Las reglas están bien establecidas y habrá que consultar al otro en caso de querer hacer alguna variación. Existen obligaciones y compromisos.
‘Si queremos cambiar cualquier artículo de este acuerdo, eso va a ser algo que vamos a tener que negociar. Pienso que eso es muy importante, es un reconocimiento del bloque europeo a la importancia de este país, a la madurez política y el desarrollo económico’, estimó.
Datos ofrecidos por algunos medios de prensa, dan cuenta de que en el primer año de vigencia del instrumento comercial, Ecuador exportará a la UE 300 toneladas de maíz dulce congelado, 15 mil de azúcar sin procesar y 10 de refinada, cinco mil toneladas de arroz y 500 de ajo, entre otros productos agrícolas.
Se espera que el total de carga libre de aranceles, enviadas a los países del bloque sea de 62 mil 200 toneladas en los primeros 12 meses.
Y en lo que los Parlamentos europeos dan el visto bueno a la iniciativa, en el plano interno el próximo paso es esperar el pronunciamiento de la Corte Constitucional de Ecuador sobre el Acuerdo, para su posterior remisión a la Asamblea Nacional, a fin de ser ratificado.
Mientras, el titular de Comercio Exterior ofrecerá un taller a los legisladores para explicar el proceso de negociación, los requisitos pactados y las bondades del convenio.