Las empresas IMMEX son, simplemente, de importancia incomparable en México. Su producción, generación de empleos, divisas e impuestos que producen influyen sustancialmente en la actividad económica del País. Esa es la parte bonita y rimbombante usada en reportes o informes, empero, las obligaciones aduaneras y tributarias que se desprenden de las normas jurídicas que lo regulan, son un escollo por superar.
En lo general, identificar las obligaciones aduaneras y tributarias es un verdadero reto que, una vez superado, es ventaja para la sobrevivencia. Cuando la empresa realiza esfuerzos por identificar sus obligaciones muestra que existe un plan de acción con recursos humanos y económicos, en el mejor escenario, un plan de cumplimiento.
Los elementos por administrar en un programa IMMEX son, entre otros: origen de las materias primas, programas de fomento autorizados, mercado destino de las exportaciones, documentales prueba de tasa preferencial en algún tratado comercial, en concreto, las normas jurídicas aplicables en el programa. Los elementos son diversos, sin embargo, existe una constante, la necesidad de identificar las obligaciones aduaneras y tributarias.
La dinámica para Administrar el programa IMMEX, así como las demás obligaciones en torno al mismo, requiere identificar las obligaciones jurídicas y la documental prueba del cumplimiento que deberá ser conservada para atender la fiscalización aduanera y tributaria.
El administrador del programa IMMEX enfrenta el problema de identificar las obligaciones, para ello debe preguntarse: ¿Las acciones planeadas en la administración del programa son suficientes?, ¿La prueba obtenida es la adecuada?, ¿la prueba será válida para el fiscalizador?, ¿la prueba tendrá validez en un tribunal?, si es capaz de responder lo anterior, ya sea por el mismo o por el equipo de asesores que lo acompaña, cumple cabalmente con su función, sino, la administración es endeble y debe mejorar.
Las respuestas a las preguntas planteadas anteriormente permiten visualizar si las actividades de control abarcan la totalidad de las obligaciones, cuestionan la capacidad del sujeto o sujetos que intervienen para manifestar si la prueba obtenida es la idónea y, si así lo fuese, si la misma cumple con los requisitos de forma, podría ser aceptada como prueba por el fiscalizador y, en su caso, en un tribunal, a menos que sea rechazada por observación subjetiva.
El conocimiento operativo en comercio exterior es insuficiente para administrar un programa IMMEX, debemos recordar que su operación se basa en disposiciones jurídicas que regulan derechos y obligaciones, por ello, la operación aduanera es el camino que conduce el cumplimiento de sus obligaciones, sin embargo, valorar si una documental electrónica, digital o física es la prueba de cumplimiento, quizás sea tarea a desarrollar en conjunto con un tercero que aporte conocimientos técnicos jurídicos y cuyo pronunciamiento determine si la misma sería aceptada por el fiscalizador y, en su caso, en los tribunales donde se presente.
En concreto, el diseño adecuado de los mecanismos para administrar el programa IMMEX depende de la combinación de conocimientos operativos y técnicos jurídicos.
Fuente:
Felipe Moreno-https://www.elfinanciero.com.mx/monterrey/administracion-del-programa-immex-de-la-operacion-aduanera-al-conocimiento-tecnico
