Con la inversión de 1,360 millones de dólares que inyectará la alemana Daimler y la alianza Renault-Nissan para la construcción de una planta automotriz en Aguascalientes, México se convierte en la plataforma de vehículos premium que abastecerá al mercado más importante del mundo, Estados Unidos.
Como lo adelantó El Economista, el viernes pasado las empresas anunciaron el proyecto, que consiste en una estrategia de costos compartidos con el que lanzarán por separado sus líneas de producción de vehículos compactos premium: Mercedes Benz e Infiniti (marca de lujo de Nissan). Se proyecta que la nueva factoría produzca 300,000 vehículos hacia el 2021, mencionó Carlos Ghosn, CEO de la Alianza Renault-Nissan en videoconferencia desde París, Francia.
“Se eligió a México porque la región del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) es importante para ambos, es el mercado más grande para Mercedes e Infiniti, hemos anticipado que la demanda de autos compacto va aumentar. No sólo nos permitirá entrar al NAFTA (sigla en inglés del TLCAN), sino al mercado de Mercosur”, destacó Dieter Zetsche, presidente de administración del Consejo de Daimler AG.
La asociación de las empresas en partes iguales (50-50) iniciará la producción en el 2017 del vehículo de Infiniti y hacia el 2018 el Mercedes Benz, y aunque compartirán instalaciones e ingenierías, el producto final marcará la diferencia para que elija el consumidor final.
“Para México, que es el octavo productor de autos y cuarto exportador, el anuncio representa una gran noticia, pero el hecho de que sea una marca premium, de la mejor calidad, es una noticia histórica”, aseveró Pedro Antonio Tabera, presidente y director de Mercedes Benz México.
Los CEO de las compañías alemana y la franco-japonesa reconocieron que la decisión de instalar la planta en México fue reñida, pero después de un análisis exhausto, “Aguascalientes ganó”, pues entre sus ventajas se encuentra un abanico de acuerdos comerciales, la calidad de producción y logística, así como los costos laborales y la infraestructura de proveedores.
La nueva planta generará 5,700 empleos directos y 10,000 indirectos en el mediano plazo. De las 300,000 unidades producidas se enviarán entre 80 y 90% al mercado de Estados Unidos. Esto, en línea con una tendencia en la industria automotriz de producir donde se consume, refirió José Muñoz, vicepresidente de Nissan para América del Norte.
