En el país, la Magna –que es la más vendida– cuesta 13.16 pesos por litro, 62.6 por ciento más que su equivalente en la Unión Americana –la gasolina regular–, por la cual se paga 8.09 pesos el litro. Y Hacienda es la ganona de este diferencial porque se queda, en promedio, con el 43 por ciento de cada litro que se vende en México y que llenan las arcas públicas a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el IVA y el impuesto por emisiones de carbono.
En total, el IEPS por combustibles dará a Hacienda en 2016 un monto de 209 mil 386 millones de pesos, según la Ley de Ingresos. Pablo González, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros, criticó que esto apenas le permite a Pemex operar debido a su carga de nómina.