Tras reconocer que con el cambio de Gobierno tuvieron lugar diversas modificaciones normativas vinculadas con el comercio exterior administrado, en particular en lo referente al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones en sustitución de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Necesidades de Importaciones, con la “expectativa de abandonar un sistema discrecional que produjo – durante los últimos 8 años – despidos y cierre de empresas cuyas actividades estaban vinculadas a la importación, al cabo de un semestre, aún observamos que el flujo no se normaliza como preveíamos”.
Según la CIRA, que preside Ruben García, “es muy difícil prever una Argentina inserta en el mundo, con inversiones llegando y producción exportándose, si en la actividad importadora no existe previsión y libertad para abastecer a las industrias de materias primas e insumos a precios competitivos, como así también satisfacer la demanda de consumo que existe de bienes de calidad o manufacturas no producidas en el país, que hoy son difíciles de conseguir y su escasez presenta un único efecto económico ‘de manual’: precios más elevados”.
Al respecto, recuerda la entidad que “la principal incidencia de las compras en el exterior no está en el consumidor final, sino en la industria nacional: más del 80% de las importaciones están destinadas a la producción y no a la góndola”, en supermercados.
Y pese a que en la nómina de asociados y directivos de la CIRA hay varias empresas de la industria manufacturera, observa la entidad en un comunicado de prensa que “las importaciones cayeron aproximadamente un 5% en igual período de este año respecto al año anterior, y hoy el sector siente que se profundiza la presión industrial para evitar el normal flujo del otorgamiento de licencias, complicando la tan ansiada previsibilidad”.
No obstante, en contrapartida cabe notar que en el caso de la industria automotriz, la cual necesita de partes y componentes que no se fabrican localmente, la caída de la producción se explica más por el receso de las exportaciones a Brasil que por la falta de esos bienes de uso intermedio en el proceso de fabricación.
Además, en el primer semestre Adefa dio cuenta de un aumento de más de cuatro veces en las ventas de máquinas procedentes del resto del mundo.
