Schneider Electric dice que lo suyo con México va en serio. Para muestra, inauguró la semana pasada su más reciente edificio en México. Un gigante de más de 45 mil metros cuadrados en el epicentro industrial-manufacturero de Nuevo León: Apodaca.
“México es un país muy importante para Schneider Electric, pues reúne varias mezclas importantes. Hemos sabido adaptar la norma americana y también se han podido introducir productos de norma internacional, que son una gran parte de las ventas de la compañía en el mundo”, dice en entrevista Enrique González Haas, presidente de Schneider Electric México.
La firma francesa, que se ha consolidado no sólo en el rubro de la gestión de energía, sino también en la rápida adaptación y proveeduría de productos y procesos ligados a la automatización, busca reflejar en sus nuevas sedes la congruencia de los propios servicios, para lo cual ha implementado las soluciones de EcoStruxure, una plataforma integral de gestión inteligente.
“El proyecto de una nueva planta comenzó hace tres años, cuando se decidió establecer una sede para transferir algunas líneas de producción y consolidar otras que teníamos aquí. En aquel entonces, Schneider trabajaba con Internet de las Cosas y desarrollando la parte de EcoStruxure”, comenta Juan Carlos Peña, director de Operaciones de la nueva planta.
Schneider decidió alimentarse con sus propios desarrollos, mostrar ante los clientes las nuevas sedes también como un showroom de lo que sus apuestas tecnológicas son capaces de lograr.
De acuerdo con Peña, el beneficio es claro.
“El objetivo es lograr al menos entre un 10 y 12% de eficiencia productiva. Hemos implementado EcoStruxure en las otras plantas y de manera sostenida hemos obtenido un 10 por ciento de reducción de energía eléctrica”, comenta el directivo de la planta.
Los objetivos incluyen reducir riesgos para los trabajadores. En la planta 2 de Schneider, por ejemplo, han pasado 5 años sin registrar un solo incidente, es decir, unos 10 millones de horas de productividad en las que el registro es totalmente limpio.
Mientras tanto, la llamada Planta 6, ésta que se inaugura en Apodaca, cuenta con un sistema todavía más complejo, en donde se reúnen una serie de automatizaciones de cinco diferentes aspectos.
EcoStruxure Building, con la cual se mejora la eficiencia de los edificios, asegurando una mayor productividad y comodidad para los ocupantes; EcoStruxure Power, sistema para baja y media tensión que mejora la conectividad, la confiabilidad operativa y el análisis inteligente de datos.
Asimismo, han sumado EcoStruxure Data Center, con lo que se abre la posibilidad de un centro de información y datos críticos monitoreados en tiempo real. Con éste, el manejo y resultados que ofrece el Internet de las Cosas permite que los usuarios se adapten rápidamente a las innovaciones e información que surgen cada segundo.
Finalmente, EcoStruxure Plan y Machine, son dos recursos con los que las tecnologías de IoT se unen no sólo para el contexto de trabajo, sino también para la fabricación y para el apoyo en las líneas de producción.
Entre las joyas que hacen ver la nueva sede como una fábrica extraída de una cinta de ciencia ficciónse encuentran productos y sistemas que se interconectan entre sí (más de dos mil productos en conexión), como vehículos guiados, robots, cobots, drones, impresoras 3D, softwares para la optimización de energía, de recursos, de movilidad de datos, entre otros.
Pese a que cuenta con 70 años en el mercado mexicano, optó por Nuevo León como sede industrial en 1997. Con esta inauguración, el gigante francés termina de afianzar su presencia en la entidad, donde el crecimiento de la firma es más evidente que en cualquier otro estado.
Basta con reconocer no solo la inversión de 37 millones de dólares que la marca ha puesto en su nuevo hub de Apodaca, sino también el hecho de que la nueva sede tome la batuta como la planta de Schneider Electric más grande en toda la región de Norteamérica, así como los planes de inversiones secundarias de al menos 9 millones de dólares en el edificio.
La producción está enfocada en la fabricación de control de motores para grandes clientes, desde edificios hasta armadoras automotrices. Asimismo, se generan controles de iluminación, cajas eléctricas y diferentes recursos destinados a industrias como de la construcción, gas, minas, y automotriz, principalmente.
“Schneider es la empresa de capital francés que más exporta desde México (el 60% de lo que se produce aquí llega a otros países) y es el segundo empleador de capital francés en el país”, agregó Miguel Servando, vicepresidente de Manufactura, quien destacó los 9,000 empleos directos que ofrece la marca en el país (más de dos mil en Nuevo León).
Los planes de la especialista en energía se concentran en la creación de 100 plantas inteligentes en el mundo con miras al 2020. En una época en la que todavía se oyen extrañas apuestas por los recursos tradicionales y poco rentables, Schneider da un paso claro para hacer realidad su propia ensoñación del futuro.