Quito, 17 Abr (Notimex).- La cifra de muertos por el fuerte sismo de 7.8 grados Richter registrado en Ecuador la noche del sábado subió a 77 y 558 heridos, según el último reporte del vicepresidente Jorge Glas.
Hasta el momento se mantiene el “estado de excepción decretado a nivel nacional y la emergencia en seis provincias consideradas las más azotadas (Santa Elena, Manabí, Guayas, Santo Domingo, Esmeraldas y Los Ríos), destacó la agencia Andes.
Glas indicó en su último reporte que se han registrado 55 réplicas, de entre 2.6 y 6 grados Richter, pero llamó a la población a mantener la calma y la exhortó a adoptar las medidas requeridas en estos casos y a mantenerse informada por los canales oficiales de comunicación.
Debido al grado de destrucción que generó el fuerte sismo, existen “dificultades” para llegar a los lugares más afectados con elementos de la fuerza pública, maquinarias, médicos y ayuda, en particular en las localidades de Pedernales y Portoviejo.
El gobierno destinó tres mil 500 policías y 10 mil efectivos de las Fuerzas Armadas a las zonas más afectadas por el desastre, además del traslado de un hospital móvil por vía aérea.
Precisó que ya pidieron asistencia a organismos humanitarios internacionales para la movilización de rescatistas a los lugares más destruidos.
El terremoto de 7.8 en la escala Richter que estremeció a Ecuador a las 18:58 horas locales (23:58 GMT) es el de mayor magnitud desde 1979, además ha generado al menos 55 réplicas, acotó la autoridad, quien insistió en llamar a la calma a los ciudadanos porque los movimientos se seguirán produciendo.
Apuntó que se han instalado al menos cinco albergues en el país para recibir a los damnificados y que se mantiene el estado de emergencia en las provincias de Esmeralda, Manabí, Santa Elena, Guayas, Santo Domingo y Los Ríos.
Reiteró que ya se encuentra movilizada toda la fuerza pública en el país y descartó que alguna de las represas con que cuenta esta nación sudamericana haya resultado afectada por el terremoto.
Glas señaló que se levantó la medida de precaución para las personas que viven en las zonas costeras e indicó que ellas pueden retornar sin peligro a sus hogares porque “no existe alerta de tsunami”.
Confirmó que en la localidad de Portoviejo se han producido “faltas al orden público” que están siendo controlados por la fuerza pública, en alusión a denuncias de radioemisoras locales sobre saqueos a locales comerciales.
También ratificó que parte “importante” de la infraestructura pública y privada de Pedernales y Portoviejo, entre otras ciudades, se encuentra afectada. En tanto, el gobierno destinó 300 millones de dólares para enfrentar la emergencia.
Las autoridades de Muisne, localidad ubicada a sólo siete kilómetros del epicentro del terremoto, reportaron que “centenares” de viviendas se derrumbaron o quedaron con graves daños tras el fuerte movimiento telúrico.