El S&P/BMV del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) subió 8.13 por ciento el año pasado, su mayor nivel anual en los últimos cinco años, lo que pudo ser mejor si hubiera mantenido la inercia de los fuertes avances de la primera parte del año, en la que el índice de referencia alcanzó 19 máximos históricos durante los primros siete meses de 2017.
De acuerdo con un reporte de Infosel, incluso la bolsa de valores pudo haber cerrado con un alza de doble dígito, pero todo se desvaneció porque la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) comenzó a estancarse y por la aprobación de la reforma fiscal en Estados Unidos que entró en vigor este año.
- El Dato: El buen fin propicio aumento en las compras, igual que los sismos de septiembre.
Dentro de las empresas que mayores avances registraron durante el año están América Móvil, la mayor firma de telefonía de América Latina, y Walmart de México y Centroamérica, la más grande cadena de autoservicios del país.
Los analistas todavía no se ponen de acuerdo en cuanto a si los resultados trimestrales de la controladora de Telcel siguen negativos, ya están en recuperación, o aún les falta ceder, a partir de las medidas asimétricas impuestas por la autoridad ante su preponderancia.
Por su parte, Walmart, pese a que ha desacelerado su crecimiento de ventas respecto de años anteriores, continúa superando las expectativas de los expertos tanto con sus ventas como con sus resultados trimestrales.
La filial de Walmart Stores aprovechó mejor de lo que esperaban los analistas eventos como el Buen Fin o el aumento de compras que se dio a partir de los sismos ocurridos en septiembre.
El caso de éxito más notorio, al menos en el rendimiento de sus papeles en bolsa, fue el de la empresa Elektra, considerada la dueña de tiendas minoristas y sucursales bancarias.
La compañía, perteneciente a Grupo Salinas, cerró 2017 con un rendimiento de 166%, crecimiento que en gran parte se dio en la primera mitad del año.
Algunos analistas, como Heinz Cederborg, de HR Ratings, consideran que “la empresa ha presentado un favorable flujo de operación en los últimos años, además de haber estabilizado su negocio en el sector bancario”.
Destacó también que los administradores de terminales aéreas tuvieron otro gran año: Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) 19.9 por ciento; Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), 18.5 por ciento;Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA), 13.8% por ciento, que hilaron en conjunto tres años apareciendo del lado positivo de la tabla.
Otras empresas cuyo rendimiento superó el 10 por ciento fueron la embotelladora Arca Continental (25.8 por ciento), ante la consolidación de su inicio de operaciones refresqueras en estados Unidos; Fomento Económico Mexicano (Femsa), 17.3 por ciento, por las perspectivas de sus distintos negocios, como Oxxo Gas; y Megacable Holding, la empresa de telecomunicaciones que recientemente se integró al índice.
Mientras que las más grandes pérdidas, dependiendo del inversionista, de las principales empresas que cotizan en la BMV fueron la compañía aérea Volaris y la financiera Gentera, que perdieron prácticamente la mitad de su valor en 2017.
La aerolínea más grande del país en el segmento de bajo costo continuó sin poder compensar los precios de los combustibles y, además, resultó afectada por factores como los sismos de septiembre.
La firma de aviación presentó este año sus menores incrementos mensuales de pasajeros en tres años.
Gentera, por su lado, atraviesa por un plan de restructuración que le devolverá resultados favorables hasta 2019. Ese proyecto está centrado en la atención al cliente y la diversificación de productos puesto que, según la propia empresa, sus malos números se deben a la ineficiencia con la que atiende a sus usuarios.
El banco, que ha tenido buenos resultados en el extranjero y negativos en México, definió 2018 como un año de transición.
Entre los otros corporativos, cuyas acciones registraron caídas de doble dígito, están Alfa (-15.9 por ciento) y su filial de autopartes Nemak (-23.1 por ciento), por la incertidumbre en el sector automotriz; y la departamental Liverpool (-16 por ciento, por sus altos costos.
