La canasta básica se encarecerá “como mínimo” 30 por ciento y los precios de las materias primas de la industria manufacturera pueden subir de precio hasta 50 por ciento durante 2017, como consecuencia de las alzas de entre 16 y 20 por ciento a las gasolinas y el diésel que entrarán en vigor a partir del próximo domingo primero de enero, previó la Asociación Latinoamericana de los Micro, Pequeño y Medianos Empresarios (Alapyme).
Con ello, indicó “estaríamos en una desventaja indiscriminada ante productos del extranjero y de dudosa procedencia, lo que ocasionará el cierre de más de 150 mil micro, pequeños y medianos negocios”.
Consideró que las empresas que resultarán más afectadas pertenecen a las industrias manufacturera, textil, metalmecánica, de plásticos y de la construcción pero también los establecimientos del comercio detallista y de servicios.
Son incrementos que, de acuerdo con Alejandro Salcedo, presidente de la Alampyme, se suman a los que ya se han registrado en todos los sectores económicos.
“Ya hemos manifestado que la gran mayoría de los pequeños comerciantes, micro y pequeños empresarios y prestadores de servicios no hemos visto los resultados de las reformas estructurales. Al contrario, hemos visto un incremento del más del 40 por ciento en los precios de las materias primas, además del cierre de más de 120 mil micro y pequeñas empresas durante estos cuatro años que van del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto”, puntualizó.
También criticó que los sectores productivos se han visto afectados o de plano han tenido que cerrar debido a la inseguridad, extorsiones, el cobro del llamado derecho de piso y la falta real de programas de financiamiento y de la aplicación de los programas públicos para reactivar la economía interna de México.
La Alampyme remarcó que desde hace meses ha advertido sobre la proximidad de que se registrara una devaluación y crisis financiera, por lo que exigió al gobierno federal que modifique el modelo de política económica porque de no hacerlo, advirtió. “estaremos en una crisis de final de sexenio peor que la ocurrido en 2004”.
Al mismo tiempo demandó la renuncia inmediata de los titulares de las secretarías de Hacienda, José Antonio Meade, de Economía, Ildefonso Guajardo y de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, a quienes calificó como ineficientes para dirigir la política económica del país y también de ser “cómplices del atraco de la nación”.