El libro fue publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado con motivo del 10º aniversario del ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio.
“En la década pasada el volumen comercial de China en el mundo aumentó del 4,3 por ciento al 10,4 por ciento”, dijo hoy miércoles Chong Quan, representante adjunto de las conversaciones sobre comercio internacional de China y ex asistente del ministro de comercio, durante una conferencia de prensa.
El comercio exterior del país ha logrado notables progresos en los últimos años, con un valor total de importaciones y exportaciones que alcanzó los 2,97 billones de dólares en 2010, una cantidad 144 veces mayor que la de 1978, y con un crecimiento medio del 16,8 por ciento anual.
Según estimaciones realizadas por el Ministerio de Comercio, en los próximos cinco años las importaciones del país ascenderán a 8 billones de dólares, señaló Chong, quien agregó que el rápido crecimiento del comercio exterior de China, no sólo ha impulsado el crecimiento económico del país, sino el de la economía mundial.
En la década pasada el Producto Interno Bruto de China se posicionó como el segundo más grande en el mundo, con un promedio de crecimiento anual del 11 por ciento, agregó Chong.
Asimismo, durante los últimos diez años el total de importaciones del país sumó 750.000 millones de dólares en promedio anual, generando más de 14 millones de empleos para sus socios comerciales, por lo que el país ha contribuido de forma importante a la recuperación de la economía global, puntualizó Chong, agregando que desde el 2008 China ha sido el mercado de exportación más grande para los países menos desarrollados.
En julio de 2010, China estableció un arancel cero sobre 4.700 productos provenientes de 36 países menos desarrollados que tienen relaciones diplomáticas con China. Los productos tasados de esta forma representaron el 60 por ciento del total de las importaciones realizadas por esos países, según el documento.
China fortalecerá las exportaciones a los países en vías de desarrollo puesto que es poco posible que la demanda de los países desarrollados aumente en un futuro cercano, expresó hoy Wang Shouwen, director del Departamento de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio.
Indicó que China se enfrentará a “severos desafíos” en 2012 debido al hecho de que la demanda de Europa y Estados Unidos no se recuperará de manera significativa y que los costos de producción en el país están creciendo.
“El crecimiento de las exportaciones de China se ha desacelerado en los últimos dos meses debido a la débil demanda internacional”, explicó Wang.
Los crecientes costos laborales, la apreciación de la moneda china y los elevados precios de las materias primas también han dañado a los exportadores del país.
De acuerdo con Wang, además de enfocarse más en los países en vías de desarrollo, China acelerará el ritmo de su reajuste de la estructura del comercio exterior, apoyará la construcción de marcas, la investigación y el desarrollo e introducirá más canales de venta para las compañías chinas.
“Con estos esfuerzos, confiamos en que las exportaciones de China registrarán un crecimiento sólido en 2012”, señaló.
El superávit comercial de China es el resultado de la globalización y la división internacional de la labor, y las medidas tomadas por el gobierno de este país para impulsar el crecimiento de un comercio exterior equilibrado han surtido notables efectos, afirma un libro blanco publicado hoy miércoles por la Oficina de Información del Consejo de Estado, gabinete chino.
“Los distintos niveles y estatus de participación en la división internacional del trabajo en la industria manufacturera y el sector de servicios han llevado al sustancial saldo positivo en el comercio de bienes y un déficit a largo plazo en el de servicios”, analiza el documento, titulado “Comercio Exterior de China”.
En 2010, el superávit chino en el comercio de mercancías representó el 6,1 por ciento de todas las importaciones y exportaciones y el 3,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), cifras que no se encuentran entre las más altas de los nueve países con las mayores balanzas comerciales (favorables o desfavorables), según el escrito.
“La transferencia de numerosos sectores de procesamiento y ensamblaje de mano de obra intensiva de Japón, Singapur y otras naciones y regiones a China también traspasó el superávit con Estados Unidos y Europa a este país”, señala el libro blanco.
Esto explica por qué China mantiene un superávit comercial con EEUU y Europa pero tiene un déficit a largo plazo con Japón, la República de Corea, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y otros importantes productores intermedios, señala el documento.
El libro blanco indica que el superávit de China en el comercio de mercancías proviene principalmente de empresas con fondos extranjeros y el comercio de procesamiento.
El año pasado, el superávit creado por empresas de capital extranjero llegó a 124.300 millones de dólares, representando el 68,4 por ciento del superávit total del comercio chino de mercancías, de acuerdo con el escrito.
Además, algunos países desarrollados siguen imponiendo restricciones a las exportaciones de alta tecnología a China, lo que también contribuye al marcado superávit comercial del país, de acuerdo con la misma fuente.
Para frenar el desorbitado crecimiento del superávit, el gobierno chino ha implementado una serie de políticas, entre ellas impulsar la demanda interna, incrementar la importación, ajustar las devoluciones de impuestos sobre la exportación, reestructurar y mejorar el comercio de procesamiento así como reformar el mecanismo del tipo de cambio de la moneda china, indica el documento.
Entre julio de 2005 y finales de agosto de 2011, la tasa de cambio nominal del yuan o renminbi, la moneda china, se apreció en casi el 30 por ciento contra el dólar, dice el libro blanco.
Debido a los esfuerzos de la nación por promover un comercio exterior equilibrado, el superávit de China en el comercio de mercancías ha venido disminuyendo de manera estable desde 2009 y también ha caído desde 2008 la proporción del superávit comercial en el volumen total de importaciones y exportaciones y el producto interno bruto, según el libro blanco.
