El cobre cayó este martes debido a que el panorama de la demanda se eclipsó tras conocerse que las importaciones del mayor consumidor mundial del metal, China, bajaron fuertemente en junio y por la debilidad del euro.
El precio del cobre estuvo presionado además por las preocupaciones de los inversionistas por la crisis de deuda de Europa pese a los esfuerzos por ayudar a España.
Las pérdidas estuvieron limitadas, sin embargo, por las expectativas de que los bancos centrales del mundo lancen medidas para estimular el crecimiento económico y con ello la demanda por metales.
La baja del cobre del martes es el cuarto retroceso consecutivo en cinco días.
En la Bolsa de Metales de Londres, el cobre a tres meses bajó 0.93%, para finalizar en 7,490 dólares la tonelada tras alcanzar un mínimo intradía de 7,4828 dólares. El lunes, el metal subió 0.4 por ciento.
Los inversionistas estuvieron cautos en tomar posiciones considerables antes de conocerse esta semana el producto bruto interno de China, que daría luces de cómo vendrá el crecimiento del mayor consumidor de metales en la segunda mitad del año.
Desde inicios de mayo, el cobre ha caído 10% ante los renovadas preocupaciones por la crisis de deuda de la zona euro y la economía mundial, pero el mercado está virtualmente plano en lo que va del año.
Las importaciones de China de cobre cayeron 17.5% en junio frente a mayo. Pese a esta fuerte caída, el total para la primera mitad del año era aún 47% mayor que el mismo periodo del año pasado.