El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá atiende los aspectos más elementales para mantener y avanzar en la integración de las cadenas productivas de la región de América del Norte, señalaron senadores y especialistas, durante la clausura del foro informativo sobre este acuerdo.
El senador Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, recordó que desde hace varias semanas el Senado ha realizado reuniones, seminarios y foros con los equipos negociadores del nuevo acuerdo comercial y con especialistas de la sociedad civil.
El legislador de Morena destacó la importancia de conocer a detalle el contenido del Tratado y entender el contexto de las negociaciones.
Jesús Seade, del equipo negociador del Presidente electo, explicó que Andrés Manuel López Obrador prefiere que el Tratado se firme el 30 de noviembre, no para deshacerse de problemas o para no cargar la “papa caliente”, sino para darle la vuelta a esto y entrar en otros temas más complejos de la relación bilateral con Estados Unidos.
De no haber concluido las negociaciones, abundó, se tendría un año más de incertidumbre por no contar con un tratado; no se podría entrar a temáticas más importantes como migración, desarrollo y seguridad, que “es donde López Obrador quiere hacer su marca”.
Al presentar las conclusiones, Jorge Octavio Armijo, del Centro de Estudios Gilberto Bosques, del Senado de la República, señaló que pesar de las medidas proteccionistas del gobierno de Estados Unidos se logró mantener un Tratado de balance positivo que da certidumbre al comercio y a los flujos de inversión entre México y sus socios de la región.
Se mantiene el libre intercambio de bienes y servicios entre los tres países. Se evitó la posibilidad de imponer restricciones de temporalidad a la exportación de los productos agrícolas, lo que otorga importantes garantías al sector exportador mexicano, subrayó.
Además, señaló, se actualizaron y modernizaron diversas reglas de origen, a fin de ubicar a exportadores mexicanos en igualdad de condiciones frente a otros tratados de los que Estados Unidos y Canadá forman parte.
Indicó que las nuevas medidas buscan simplificar procesos para facilitar exportaciones mexicanas y en algunos casos fortalecer las cadenas de insumos y fomentar su integración en el país y América del Norte.
Las reglas en el sector automotriz para México son más estrictas, sin embargo, se abrirán oportunidades para atraer mayor inversión que permita mejorar la infraestructura y crear nuevas fuentes de insumos y capital humano en el país, agregó.
El TMEC mantiene un sistema de solución de controversias, que garantiza el cumplimiento de reglas y permisos establecidos en el Tratado, ya que otorga certidumbre y garantías de compensación a las partes.
Señaló que en materia de anticorrupción se establece una serie de disposiciones para asegurar el cumplimiento de la legalidad y prevenir actos de corrupción que vayan en detrimento de la competitividad de alguna de las partes.
En el ámbito laboral aumenta la competitividad del país al mejorar las condiciones de trabajo y salarios, recupera los derechos colectivos de los trabajadores y establece medidas de vinculación necesarios en materia de propiedad intelectual.
El acuerdo comercial integra las cadenas globales de valor como el comercio electrónico para que las Pequeñas y Medianas Empresas aprovechen las plataformas digitales que están en constante evolución, concluyó.