La tormenta tropical Washi, que afectó a Filipinas del 16 al 18 de diciembre, dejó casi medio millón de personas necesitadas de manera urgente de techo, agua potable, alimentos e insumos básicos para sus viviendas, informó hoy la ONU.
Washi causó la muerte de casi mil personas y que 285 mil filipinos tuvieran que desplazarse de su lugar de origen para evitar ser arrasados por las inundaciones y los deslaves provocados por la tormenta.
Valerie Amos, coordinadora de la ONU para asuntos humanitarios, alabó los esfuerzos del gobierno filipino para asistir a la población, ejecutar operaciones de rescate, establecer centros de evacuación y proveer ayuda inmediata para la población damnificada.
“Sin embargo, las necesidades son enormes y asistencia y experiencia adicionales son necesarias para incrementar la respuesta y para apoyar nuestra capacidad local”, explicó Amos en un comunicado.
La funcionaria de la ONU indicó que la prioridad es atender a las personas desplazadas por las inundaciones, por lo que dispuso de tres millones de dólares del fondo de la ONU para emergencias.