La caída en la producción de gas natural en México ha llevado a una mayor importación del energético, en particular de la modalidad licuada, también conocida como GNL (o LNG, por sus siglas en inglés).
Las importaciones de gas natural licuado comenzaron a ser relevantes a partir de 2015 y en agosto de este año alcanzaron el máximo histórico de 949 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) para un octavo mes del año, cuando en el mismo mes de 2015 se ubicaron en 619 mmpcd, de acuerdo con un análisis de Monitor Energético.
Las compras foráneas de ese energético han ayudado a soportar la demanda estacional de gas natural, principalmente en el transcurso del verano y los desbalances de corto plazo, y sólo en agosto pasado aportaron el 17 por ciento de la oferta.
En los primeros meses del año rondaban en los 500 millones de pies cúbicos diarios, según el análisis de Monitor Energético realizado con base en cifras oficiales de la Secretaría de Energía (SE).
México se convirtió en uno de los clientes más importantes de GNL producido en Estados Unidos desde que comenzaron las compras en 2016, y a partir de este este año desplazó a Corea del Sur como el principal comprador.
Sólo en agosto pasado, México compró de su vecino norteño 690 mmpcd, equivalente a 22 por ciento de las ventas totales de EU del energético y el 72.7 por ciento de las importaciones totales de México en dicho mes.
Casi todas las importaciones del energético de México que le compra a EU son vía marítima y sólo 0.1 por ciento son a través de autotanque, de acuerdo con el sitio referido.
Sin embargo, el GNL tiene un alto costo por el proceso de transformación al que se ve sometido. Según cifras de la Secretaría de Energía, en septiembre pasado el precio en Altamira, uno de los puntos de internación, se ubicó en 11.03 dólares por millón de BTUs, uno de los más altos a nivel mundial, similar a los 11.41 y 11.61 que se pagó en Argentina y Japón en ese mes.