Tanto que se habla del avance del comercio exterior en México y en realidad menos de 6,000 empresas aprovechan por completo sus ventajas. El año pasado se realizaron más de nueve millones de operaciones de importación y de exportación, pero el 80% de ellas estuvo concentrado en 5,786 empresas.
Al parecer, las pequeñas y medianas empresas se sienten abrumadas por la cantidad de información que tienen que manejar. “Es demasiado lo que tienes que saber”, explica Rubén Darío Rodríguez Larios, director de la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM). “Hay regulaciones para la mercancía, para las empresas, hay que conocer los flujos de logística. Para quien no está acostumbrado a hacer logística internacional, le cuesta mucho trabajo y se pregunta cuánto tiempo tendrá que dedicar y cuáles requisitos deberá cumplir”.
Para ayudar a los empresarios mexicanos a entrar con más confianza y facilidad al comercio exterior, la CAAAREM desarrolló un conjunto de soluciones tecnológicas que permitirá procesar la información y manejar los datos con más facilidad. Por ejemplo, se podrá rastrear la mercancía y conocer en tiempo real el estado de los trámites de una operación comercial.
Este conjunto podrá ser utilizada por todas las agencias aduanales pertenecientes a CAAAREM, que así tendrán más herramientas para atender a empresarios de todos tamaños. Rodríguez Larios explica que en México hay 800 agentes aduanales y, como en el caso de los empresarios, la mayoría de las operaciones las realiza un pequeño porcentaje de ellas.
Los empresarios todavía le pueden sacar más partido al servicio de los agentes aduanales. Les conviene saber que los agentes son el intermediario entre el sector privado y el sector público. Ayudan a los empresarios a cumplir con las normas, como explica René Conde, agente aduanal de Guadalajara, desde donde se da gran parte de las exportaciones de empresas de software del país.
Para dar un mejor servicio, los agentes aduanales se han coordinado con las autoridades para tener aduanas con menos documentos y más digitalizadas, explica Conde. “Somos facilitadores del proceso. Un empresario no puede estar al tanto de todas las inclusiones y exclusiones dentro de los acuerdos comerciales, tiene que tomar decisiones sobre su producción y la comercialización de sus artículos. Nosotros nos aseguramos de que cumpla con los requisitos y las regulaciones”.
Conde confirma que tanta información puede ser abrumadora para un exportador o un importador. Recuerda que en una capacitación, un experto dijo que para fines de regulaciones en comercio exterior, todo puede ser mercancía. “¿Hasta el aire?”, le preguntaron. “Todo, con mayúscula, subrayado y con negritas”, fue la respuesta. ¿Han visto que se vende aire comprimido? Pues ese aire tiene que cumplir con regulaciones en comercio exterior y eso tiene que entenderlo un agente aduanal y resolverlo para su cliente.
¿Cómo puede ayudar un agente aduanal? Un empresario puede tener una idea para lanzar una nueva línea de productos o para vender a un nuevo mercado. El agente aduanal le consigue la información sobre las normas y regulaciones y hace los trámites correspondientes.
Con el nuevo conjunto de soluciones tecnológicas, las agencias aduanales podrán revisar si una operación de comercio exterior cumple con las normas que corresponden y si el trámite es el adecuado, si se pagan los impuestos debidos se dan los avisos pertinentes. Todo el trámite de importación o de exportación estará acompañado de herramientas tecnológicas. Se podrá saber en dónde está la mercancía, cuál es el estado del trámite y qué pagos se tienen que hacer. Y además, los sistemas generarán datos para tomar mejores decisiones en el futuro, basados en la experiencia de cada una de las operaciones comerciales.
La nueva herramienta estará disponible primero para los agentes aduanales y a mediados de año para sus clientes finales, es decir los exportadores y los importadores. La intención es que los trámites y los datos dejen de ser abrumadores para el empresario que quiere aprovechar el comercio exterior.